Andalucía

Sombra para los coches oficiales, «saunas» en los colegios

El Parlamento dispone de un gran patio entoldado como aparcamiento de vehículos

Una empresa sevillana se encargó de dotar de sombra uno de los patios interiores de la Cámara
Una empresa sevillana se encargó de dotar de sombra uno de los patios interiores de la Cámaralarazon

La alargada sombra de los coches oficiales. Así podría titularse una crónica sobre los extensos privilegios de los diputados autonómicos. No se limitan a disponer de vehículo y conductor, si no que tienen disponible un espacio en el interior del Parlamento –junto a la biblioteca y muy cerca del Salón de Plenos– donde sus coches «descansan» a la sombra. Un patio de más de mil metros cuadrados y capacidad para decenas de coches, al que también tienen acceso empleados de la Cámara.

Mientras colegios de Sevilla protestaban a las puertas del Parlamento el jueves por las condiciones climáticas que deben soportar los niños en las aulas –con temperaturas superiores a 30 grados– en el interior los diputados tenían a resguardo sus coches para no pasar excesivo calor cuando deban regresar a sus casas.

Afirmar que los colegios no tienen condiciones adecuadas a causa de gastos excesivos en el Parlamento no sería estrictamente cierto, porque cada departamento maneja su propio presupuesto. Pero sí resulta preocupante que la Junta se esmere en acondicionar un espacio para que los vehículos de sus señorías y sus asesores no alcancen altas temperaturas mientras están aparcados y mantenga los centros escolares públicos sin acondicionar y con estructuras como las aulas prefabricadas –las «caracolas»–, donde el aislamiento es deficiente. Por supuesto, el Parlamento, como la mayoría de los edificios públicos –tanto de la Junta como del Estado–, está debidamente dotado de instalaciones de aire acondicionado. La declaración ambiental de 2013 realizada sobre el gasto energético en la Cámara revelaba que son los meses de julio, septiembre y enero cuando más gasto se produce, «como consecuencia principalmente de los sistemas de climatización». Y en su uso no se escatima: una visita basta para comprobar que se pasa frío en verano en los pasillos y despachos. En sus paredes incluso hay carteles que invitan a controlar los aparatos, con temperaturas reguladas a 24-25 grados, y adecuar la vestimenta, dentro de la campaña de ahorro energético «no te quedes helado». Frente a ello, la restricción absoluta a los menores, pese a que son uno de los grupos vulnerables a las altas temperaturas incluidos por la Consejería de Salud en su plan contra el calor. Ante la campaña emprendida por las Federación de Ampas de Sevilla –«queremos estudiar en aulas, no en saunas»–, de nuevo la Junta se escuda en el gran número de centros públicos existentes, más de 4.500, para justificar la inoperancia. Las soluciones transitorias, pagadas del bolsillo de los padres, se imponen, con la compra de ventiladores, instalando cortinas para preservar del calor o en los casos extremos asumiendo la instalación de equipos de aire acondicionado.