Andalucía

Susana Díaz trata de avivar la división en IU con el «fichaje» de Diego Valderas

Propone al ex vicepresidente, crítico con la confluencia de izquierdas, como comisionado de la Memoria Histórica

SE VEÍA VENIR. El 15M se escenificó el distanciamiento. Valderas optó por celebrar la aprobación de la ley con Susana Díaz, no con su líder, Antonio Maíllo, y sus «compañeros» de Podemos
SE VEÍA VENIR. El 15M se escenificó el distanciamiento. Valderas optó por celebrar la aprobación de la ley con Susana Díaz, no con su líder, Antonio Maíllo, y sus «compañeros» de Podemoslarazon

Propone al ex vicepresidente, crítico con la confluencia de izquierdas, como comisionado de la Memoria Histórica

No habrá crisis de gobierno, por ahora. En su lugar, Susana Díaz propondrá mañana en el Parlamento a Diego Valderas como comisionado de la Memoria Histórica y Democrática. Un cargo hecho a medida al ex vicepresidente de la Junta y ex coordinador general de IU, y que supone un misil a la línea de flotación de la federación izquierdista, inmersa en un inquietante debate interno sobre su futuro en confluencia con Podemos. La brecha, de hecho, ya sangra. Fuentes de la dirección de IU lamentaron la «complicidad» de Valderas en la «trampa» urdida por la líder andaluza de los socialistas con la intención de «blanquear su posición política».

La Ley de Memoria Histórica, impulsada por el propio Valderas durante el Gobierno en coalición PSOE-IU, fue aprobada el pasado 15 de marzo. La figura del comisionado no se contemplaba. Ahora la presidenta considera que el que fuera su vicepresidente, ninguneado y expulsado de la Junta cuando ella decidió hacer volar el pacto de gobierno en enero de 2015 –esgrimió que la estabilidad del Gobierno no estaba garantizada–, tiene «autoridad y prestigio» para asumir esa responsabilidad. Un movimiento político que se venía cociendo a fuego lento, pero con muchas aristas. Díaz necesita lavar su imagen conservadora, castigada por los afiliados socialistas en las primarias, y de paso erosiona a sus enemigos por la izquierda. Porque la presidenta de la Junta, pese al triunfo de Pedro Sánchez, no contempla un acercamiento a Podemos-IU. La simple posibilidad está hoy más lejana aún.

En un gesto de falsa cortesía –ya contaba con el «sí» de Valderas–, Susana Díaz telefoneó el domingo a Antonio Maíllo, coordinador general de IU, para trasladarle su intención y pedirle que hiciera de «intermediario» ese mismo día. Maíllo pidió más información sobre un cargo «de nueva creación» al que ya mostró reticencia durante la tramitación de la mencionada ley. No se le ofrecieron datos y ayer se hizo pública la decisión, motivo por el que lamentó la «falta de honestidad», tanto de Díaz como del futuro comisionado, con quien ya se evidenció un distanciamiento progresivo cuando tomó el relevo en el liderazgo de la formación. «Si mi gente se cabrea es que se cabrea por nada», dijo ayer el propio Valderas al portal Infolibre. Tanto él como el PSOE saben que IU no se puede oponer al nombramiento del Parlamento por una simple cuestión estética.

¿Duplicación de funciones?

Cs, que en marzo se abstuvo en la votación de la ley, como el PP, ahora da la «bienvenida» a Valderas, «una persona que merece también el reconocimiento por su labor política». Juan Marín reconoció ayer que ya tenía «alguna información». Con su apoyo y el «sí» del interesado ya estaría garantizado que salga adelante el nombramiento.

Los populares, en cambio, se preguntan qué sucederá con el actual director de Memoria Democrática, Javier Giráldez, o si se duplicarán los cargos y funciones –algo que siempre ha rechazado Cs–. En cualquier caso, el portavoz del PP-A, Elías Bendodo, ve una «operación de limpieza de imagen» en el «rescate» del histórico dirigente comunista, utilizando una «puerta giratoria».

No se sabe la remuneración que tendrá el cargo de comisionado, sólo que la ley tendrá que ser modificada tres meses después de su aprobación para darle cabida en el organigrama. Se da la circunstancia de que Valderas (64 años de edad en la actualidad) cesó como vicepresidente de la Junta el 27 de enero de 2015. Desde ese día recibió hasta 24 mensualidades en concepto de cesantía hasta completar 101.000 euros (4.186,7 euros al mes).

Han pasado tres meses y vuelve a tener un cargo en la Junta de Andalucía, reavivando además la división entre los partidarios de una Izquierda Unida independiente o vinculada a Podemos. La formación morada ya ha planteado la conveniencia de romper pactos con el PSOE en los municipios, de cara a las próximas elecciones municipales para mantener la confluencia.

La Dirección colegiada de IU pidió ayer por la tarde formalmente al ex líder del partido que rechace la propuesta de Díaz, y le recordó que no puede actuar «al margen» de la organización. Le reclamó que no asuma un cargo de responsabilidad política propuesto «a espaldas» de la organización. Antes, Valderas aseguraba deberse al Parlamento andaluz.