Técnicos de ambulancia: solos ante el peligro

«Valoración hospitalaria, caída golpe cabeza y espalda»; «varón ebrio inconsciente»; «convulsión»; «ebrio local público, valoración hospitalaria»; «caída herida en cara, policía solicita ambulancia»; «náuseas, se asfixia mucho»; «mujer tirada en el suelo, no se despierta»; «colisión vehículos»; «posible infarto»; «contusión»; «colisión herido con dolor de espalda»... Se trata de anuncios reales en los terminales recibidos por un técnico de la Red de Transporte Urgente de la Junta de Andalucía en un turno. Así se trabaja «en sitios tan dispares como Almería y Cádiz», señala a LA RAZÓN Francisco Jiménez, vocal de Emersan en Málaga, la asociación que aglutina a los técnicos de emergencias sanitarias, que añade que la situación es «extensible a toda Andalucía». En todos los casos, el técnico iba «solo, sin ningún tipo de asistencia, con lo cual el paciente no está recibiendo la atención que merece ni el técnico puede ejercer como tal, pues no tiene el don del desdoblamiento». No se trata de «prácticas ocasionales» sino todo lo contrario: «es algo habitual».

LA RAZÓN ya informó de la «imposición» por parte de la Junta de «ambulancias que no cumplen con el Real Decreto 836/2012 de 25 de mayo, que es el que regula la dotación tanto de material como profesional de las diferentes categorías de ambulancias». El pasado 8 de marzo se publicaron los pliegos de condiciones para optar a las licitaciones por parte de las diferentes empresas de transporte sanitario terrestre. Según denunció a LA RAZÓN de Andalucía Francisco Jiménez Morales, «estos pliegos son a todas luces inviables, tanto económicamente como en prestaciones». «Se quieren imponer ambulancias no asistenciales para cubrir urgencias y emergencias», señala. Esto significa que las ambulancias contarían con un único técnico, que, lógicamente, no podría atender al paciente y conducir al mismo tiempo. Según Emersan, la Consejería asegura estar interesada en poner «unidades A1EE», esto es, con equipamiento especial. Emersan denuncia que este equipamiento no se podrá utilizar con un solo técnico en la ambulancia. Ya se han dado casos, señala el colectivo, de fallecimientos en la ambulancia durante los traslados, agresiones a los técnicos y hasta pacientes que se tiran en marcha de la ambulancia por la autovía, al no contar con ningún supervisor, según explica la asociación.

Las quejas de los diferentes colectivos se repiten en provincias como Almería, donde existen lo que la Junta denomina «Servicios Localizados», esto es, «tener una ambulancia en la puerta del domicilio de un técnico», a la intemperie, «soportando las temperaturas extremas del verano y el invierno, con el consiguiente deterioro de la medicación» que esas unidades transporten como dotación. Los técnicos tiene que estar «a la espera de que los avisen para ir a recoger a un equipo médico en el Centro de Salud asignado, con el consiguiente retraso a la hora de atender una urgencia o emergencia». «Esto no ocurre sólo en Almería, esto está ocurriendo en Córdoba, Jaén y Granada». IU llevó la problemática al Ayuntamiento de Níjar con una «moción relativa a la solicitud de refuerzo del servicio de ambulancias DCCU (Dispositivo de cuidados críticos y urgencias». Por su parte, CC OO también lleva más de dos años «reclamando una reorganización del sistema de ambulancias en la zona de Níjar a partir de las tres de la tarde». «Para las urgencias de esta comarca sólo existen dos ambulancias: una localizada siempre en el Centro de Salud de Níjar y otra en Campohermoso; estando ésta sólo obligada a activarse en un máximo de 20 minutos», denunciaba el pasado diciembre. Diferentes peticiones de IU reclamaban también «que las dos ambulancias pasen a estar disponibles en el centro de urgencias las 24 horas», entregando para ello en la Delegación Territorial de la Consejería de Salud más de 1.800 firmas.

«Había que sedar» y el técnico no puede

Jueves, 7 de junio. Una ambulancia no asistencial asiste en Benalmádena a un aviso. El técnico con la ayuda de la Policía Nacional tuvo que inmovilizar al paciente, «rabiando de dolor». Si el técnico que hubiera ido al aviso no hubiera tenido sus conocimientos, los resultados de la lesión serían mucho más importantes. «Este paciente tuvo la suerte de que el compañero que fue es de lo merjocito que tenemos en la zona, pero ya están quemados... Hubo que llamar luego a una unidad medicalizada porque había que ponerle sedación ya que el dolor era insoportable». El técnico iba solo en la unidad. Teóricamente, un técnico no puede poner medicación. Situaciones así «están pasando día sí y día no en toda la Costa del Sol». Según la Junta, son casos puntuales. Los profesionales aseguran que «es el día a día».