Sevilla

Un símbolo y mil interrogantes

La oposición critica a Espadas que sus cien primeros días se hayan quedado en meros gestos

El equipo de Gobierno de Juan Espadas pretende que la Fábrica de Artillería sea el «buque insignia» de su mandato
El equipo de Gobierno de Juan Espadas pretende que la Fábrica de Artillería sea el «buque insignia» de su mandatolarazon

Se acabaron los cien días de cortesía. A Juan Espadas se le abre un complejo escenario político. El nuevo alcalde hispalense ha cubierto un primer periodo de adaptación cargado de gestos pero sin acción. Su política se va a apoyar mucho en la Junta. El fin de la confrontación se ha traducido en un desfilar de consejeros por el Ayuntamiento y en actos públicos –ayer mismo anunció un encuentro con la consejera de Igualdad–, pero también en un recurrir constante para cubrir cargos, en especial las gerencias de las empresas públicas –ayer anunció que Virginia Pividal toma el mando en Lipasam procedente de la Agencia Andaluza de Medio Ambiente–, con el hándicap autoimpuesto de la limitación salarial. Pero, sin duda, su gestión requerirá diálogo y de una extraordinaria capacidad para alcanzar acuerdos. Sin ellos ni siquiera hubiese sido posible su investidura, y el cumplimiento de los mismos ya es objeto de dura crítica.

Espadas eligió este día para visitar la Fábrica de Artillería. Recuperar y aprovechar este espacio para convertirlo en el «buque insignia del mandato» es su reto. Se abrirá por fases y asegura que ya hay «proyectos sobre la mesa» para su aprovechamiento, siempre con los conceptos «creación e innovación» como referencias. Algo que ya sucede con ese «eje económico» con Málaga que escuece en el PP.

En el «modus operandi» del nuevo alcalde proliferan la solicitud de informes, la mayoría «urgentes», como el anunciado sobre el estado de la Gavidia ante la sospecha de que el edificio de la antigua comisaría sufra «patologías graves» en su estructura.

Pero también fue un día para que la comisión de seguimiento del pacto de investidura se reuniese. Participa Sevilla, con Susana Serrano al frente, denunció la «falta de transparencia» de Espadas y el engaño al que los somete: «El PSOE dice cumplir con los objetivos marcados pero no es así», dijo. La crítica se centra en materia de vivienda. Participa pedía garantizar luz y agua y un Plan Municipal de Vivienda en estos primeros cien días. La realidad: «no hay respuestas contundentes». Por ahora todo son «apagafuegos», algo «inaceptable». Igual que las plazas cubiertas en el Ayuntamientos (167) que no se acercan al 20% reclamado.

En la misma línea se expresó Daniel González, portavoz de IU, que detecta «lentitud» en la gestión y reclama «pasar de los gestos a las concreciones». Aunque, por supuesto ve con buenos ojos todo lo encaminado a frenar las ideas del PP de Zoido, que no es poco: Altadis, puente de la Cartuja, zona azul, veladores, «mapping»...

A C’s le asusta precisamente esto, «la mochila que arrastra Espadas por el apoyo de dos partidos de ideología radical». Y aun así, su portavoz, Javier Millán, ve este inicio de mandato «sin pena ni gloria», expectante ante la configuración de los presupuestos, donde realmente cree que se podrá evaluar la política de Espadas.

Más mesura aplicó Zoido. El ex alcalde evita «actuar con la misma ligereza que lo hiciera Juan Espadas» con él. Su análisis lo retrasará al menos a los seis meses. Eso sí, admite un «exceso de voluntad revisionista» que no convence a la ciudadanía y, sobre todo, le reclama que sopese la idea de elevar el IBI a grandes empresas y superficies comerciales: «Hay que ser competitivos». Respecto a los presupuestos, pide que los servicios públicos sean una prioridad, mantener la inversión en colegios y no reducir las partidas para servicios sociales.