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Zoido a Griñán: «Sale huyendo acorralado por la corrupción»

El presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, recibe el aplauso de su grupo parlamentario
El presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, recibe el aplauso de su grupo parlamentariolarazon

El anuncio del paso atrás del presidente de la Junta fundió en negro el contenido del Debate sobre el Estado de la Comunidad. Desde primera hora el Parlamento se convirtió en una feria a la que sólo faltaban los faralaes: agentes sociales, diputados socialistas venidos de otras provincias, cargos de la Administración... La prensa se quedó sin sitio y, como en las tardes taurinas de «no hay billetes», hubo que esperar a que alguna localidad se quedara libre. Una nube de fotógrafos acechó la entrada a la Cámara del presidente de la Junta y lo siguió como un enjambre de abejas, con tropiezos incluidos y el secretario general de la Presidencia, Máximo Díaz Cano, haciendo de escolta para contener la avalancha sobre el jefe del Ejecutivo. Desde el primer viaje de Griñán como presidente a Marruecos, en el que los cámaras alauitas casi se le suben a los hombros, no había protagonizado una escena igual.

Mientras tanto, Susana Díaz lucía sonrisa. Cargos propios y ajenos del partido iniciaron un besamanos. Con la mirada –y de palabra– ya le daban la enhorabuena.

El presidente andaluz centró su discurso en una suerte de oposición a Rajoy, esgrimiendo las medidas de contención de la Junta a los pretendidos recortes del Gobierno en educación, sanidad, servicios sociales, dependencia o derechos laborales. A diferencia de su intervención de investidura de hace un año, ni Europa ni Alemania ni el Fondo Monetario Internacional tuvieron tanto protagonismo, aunque el jefe del Ejecutivo dejó claro que las políticas de austeridad han propiciado una «democracia intervenida». El déficit, defendió, «no se puede conseguir a costa del gasto público».

Lo que sí repitió Griñán respecto a su discurso de investidura de mayo de 2012 fue su apuesta por la igualdad de oportunidades, como preámbulo al anuncio de que la Junta dará 1.500 euros a los alumnos no universitarios si el Gobierno mantiene el 6 y el 5,5 para que alumnos de Bachillerato y FP, respectivamente, puedan acceder a becas. La Junta apuesta por la universalidad del «cinco pelado». Hace un año Griñán aludió a Camus, «niño huérfano de padre, educado por una madre pobre, sorda y analfabeta», que llegó a conseguir el Nobel. Ayer, a Muñoz Molina: «Lo natural no es la igualdad, sino el dominio de los fuertes sobre los débiles».

Entre los anuncios más destacados, la Ley para la Sostenibilidad del Servicio Público de Salud. Aunque, de momento, ninguna de las 28 leyes prometidas hace un año han sido aprobadas en la Cámara. Tampoco la Ley de Transparencia –«la opacidad produce monstruos y desata la imaginación», deslizó–. Los aplausos de la bancada socialista pespuntearon la intervención del presidente autonómico. También hubo alguna huelga de manos como la del ex consejero Luis Pizarro. Las primeras palabras de Juan Ignacio Zoido fueron para reprocharle que decidiera «torpedear» el debate parlamentario con el anuncio de su marcha. Sacó su conclusión. «Su marcha o su huida demuestra su incapacidad para sacar adelante Andalucía. Sale huyendo acorralado por la corrupción», deslizó en relación a la causa de los ERE fraudulentos.

La instrucción del caso ha salpicado al presidente andaluz por su gestión como consejero de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009. Le llegaron quince alertas de la Intervención sobre irregularidades que desoyó. De hecho, dirigentes del PP veían ayer como causa principal de la marcha de Griñán su posible imputación en el caso que investiga la juez Alaya. «¿Tiene información de carácter judicial que desconozcamos el resto de diputados?», abundó el jefe de filas del PP andaluz. «Si con esta decisión da por zanjada su responsabilidad en los ERE, se equivoca».

«Nada ha puesto ni quitado mi decisión. Nada me empuja ni retiene», respondió el presidente de la Junta. «Igual que hubo una trama para defraudar a la Junta, hubo una coalición para implicarme con calumnias. Los responsables de la calumnia seguirán mintiendo con la misma impunidad», abundó. «Usted fuera de los ERE no es nadie, porque no tiene presencia política».

Frente a la Andalucía oficial descrita por Griñán, Zoido le recordó que hay otra real, la del 37 por ciento de paro y la de los 4.500 interinos menos.

El anuncio del presidente de la Junta obliga también al Partido Popular a mover ficha, que aún no ha despejado las dudas sobre el candidato después de que Zoido se autodescartara el en abril como aspirante a la Presidencia de la Junta. La decisión de Griñán ha cogido al PP-A con el paso cambiado, y así lo reconocía a este periódico un presidente provincial de la formación. Otro barón popular, pese a señalar que el problema lo tiene en este momento el PSOE, también asumía que el partido no puede jugar ahora al tancredismo. «Está claro que Rajoy ahora sí tiene que actuar. No vale el ya veremos». Apuntaba a este mismo verano como fecha posible para despejar la candidatura del PP-A.