Burgos

A disposición judicial el hombre que amenazó con explotar una bomba

El hombre que ayer amenazó en la localidad soriana de Arcos de Jalón con suicidarse haciendo explotar un artefacto de fabricación casera, D.T.B.P., de 50 años, ha sido puesto hoy a disposición judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almazán (Soria).

El hombre, que fue atendido inicialmente por una UVI móvil tras protagonizar un encierro de cinco horas en su domicilio, ha pasado la noche en la unidad psiquiátrica del hospital Virgen del Mirón de Soria, han informado fuentes oficiales de la Subdelegación del Gobierno en la provincia.

El Juzgado de Instrucción de Almazán decidirá hoy si es o no ingresado en un centro penitenciario, una vez tipificados los presuntos delitos cometidos, entre ellos tenencia de explosivos y contra la seguridad colectiva.

El artefacto, de fabricación casera, con el que pretendía suicidarse, tenía potencia suficiente para destrozar varios pisos del inmueble en el que había atrincherado y de cuya situación fue advertida la Guardia Civil por la llamada de un amigo, a quien el encerrado remitió un whatsapp, en el que le anunciaba que se iba a suicidar y, para conseguirlo, iba a utilizar una bomba.

Una vez conocida la identidad del presunto suicida, la Guardia Civil comprobó que tenía estudios de química realizados en Suiza, de donde era su padre.

Su madre era de Arcos de Jalón y el piso en el que se había recluido pertenecía a sus abuelos maternos.

El detenido llegó en la tarde de ayer al piso de Arcos de Jalón procedente de Soria capital, donde residía habitualmente.

La Guardia Civil desalojó rápidamente los inmuebles contiguos y acordonó la zona, además de requerir la presencia de una Unidad Especial de Intervención, que vino de Madrid, y de un Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX), que se desplazó desde Burgos.

Este equipo llegó incluso a realizar una inspección en el domicilio de esta persona en Soria, donde encontró sustancias que podrían ser utilizadas para fabricar explosivos.

La labor del equipo negociador permitió, tras varias horas de conversaciones con el presunto suicida, que éste depusiera su actitud sobre las 21.30 horas y se entregase sin ningún tipo de violencia.

Desde ese momento colaboró con la Guardia Civil, tras haber puesto en conocimiento de los GEDEX el tipo de explosivo que había fabricado y cómo lo había hecho.

El equipo de desactivación que entró en la vivienda pudo comprobar que había fabricado un explosivo de algo menos de kilo y medio, aunque no tenía colocado ningún detonador.

Por el tipo de explosivo y la cantidad podía haber destrozado el piso en el que vivía y los contiguos.

El GEDEX retiró el explosivo y lo destruyó de forma controlada en una zona alejada del núcleo de población.

Una vez retirado este material, los vecinos desalojados, instalados en un centro de día y en la escuela hogar, pudieron volver a sus hogares, a excepción de los que viven en la casa contigua, que no lo harán hasta hoy cuando se ventile la planta, afectada por un fuerte olor, consecuencia de la manipulación de las sustancias que componían el explosivo.