Castilla y León
Alertan de la necesidad de 800 enfermeros más para atender a castellanos y leoneses
Desde los sindicatos denuncian que la calidad asistencial empeora por esta falta de profesionales en la Comunidad
Los enfermeros de Castilla y León quieren volver ya a las condiciones que tenían antes de la crisis. Desde el sindicato mayoritario del sector, Satse, su secretaria general, Mercedes Gago, afirma que «ha llegado el momento de reforzar la plantilla, con más de 800 personas» ya que «sin profesionales suficientes se resiente la calidad de la asistencia y los derechos de los usuarios , en especial, de aquellos que viven en el medio rural».
«Somos un colectivo al que no le valen los anuncios, ni las promesas, le vale el apoyo y el refuerzo a la profesión del cuidado del enfermo, de la promoción y de la recuperación de la salud», afirma Gago.
«La Comunidad es muy grande, con una enorme dispersión geográfica, y con una población muy envejecida. Se han ido amortizando plazas que provocan que los profesionales no lleguen a todos los sitios para cubrir las necesidades de los pacientes, por lo que la administración debe plantearse crear nuevos puestos de trabajo», detalla.
En los últimos meses, el colectivo ha conseguido que se les otorgue la prescripción enfermera, que les permite recetas ciertos medicamentos y productos sanitarios sin necesidad de un diagnóstico médico, como sucede en las campañas de vacunación.
Sin embargo, las necesidades de estos profesionales «siguen siendo muchas», subrayan desde Satse. «Es el momento de recuperar nuestros derechos laborales y de mejorar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal», destaca Mercedes Gago.
«Un enfermero hace mañanas, tardes y noches y, además, si falta un compañero hay que asumir su trabajo, por lo que no conocemos el significado de conciliar. A algunos nos deben 20 días y queremos poder disfrutarlos con la familia», asevera.
Salud laboral
Quieren que también se «avance» en la salud laboral, «sobre la que mucho se habla pero poco se hace» y piden que se tomen medidas para que disminuyan los accidentes en el puesto de trabajo «que aumentan cada año» así como las agresiones al personal sanitario.
Para evitar estas situaciones complicadas, desde el sindicato forman a los profesionales con cursos de autodefensa y técnicas de comunicación. «Hay avances, como la figura del interlocutor policial sanitario que permite que la Guardia Civil y la Policia Nacional se personen cuando hay algún problema», asegura.
«El Observatorio de Agresiones de Castilla y León funciona, pero la Administración debe dar un paso adelante», zanja Gago.
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