Política

Castilla y León

Ángel Ibáñez apela a la responsabilidad y la concordia para guiar el final de la legislatura

El político burgalés del PP toma posesión como nuevo presidente de las Cortes de Castilla y León, y llama a prestigiar esta institución «por encima de voluntades individuales»

Ángel Ibáñez, a su llegada al Parlamento junto a su mujer Estíbaliz y sus hijas, Alba y Vera
Ángel Ibáñez, a su llegada al Parlamento junto a su mujer Estíbaliz y sus hijas, Alba y Veralarazon

El procurador el PP por Burgos, Ángel Ibáñez, uno de los valores al alza del partido, se convertía ayer en el presidente de las Cortes de Castilla y León. Arropado por su mujer Estíbaliz y sus hijas Alba y Vera, las primeras palabras de la segunda autoridad de la Comunidad eran para agradecer el apoyo de la Cámara, y la confianza que han depositado en él Alfonso Fernández Mañueco y Juan Vicente Herrera.

El primero, por haberle hecho merecedor de ser el presidente del Parlamento autonómico, y, el segundo, por apostar por él hace cuatro años. Tras jurar su cargo, Ibáñez daba un discurso sereno en el que reclamaba a los grupos parlamentarios «concordia y responsabilidad» para garantizar la estabilidad en los dos plenos que restan. «La normalidad debe presidir nuestro empeño en esta etapa en la que la palabra y la voluntad de consenso serán junto al compromiso de todos la guía que nos permita conformar los objetivos para el final de la legislatura», decía durante su discurso ante sus señorías, a quienes recordaba, también, que son los depositarios de garantizar la estabilidad de Castilla y León así como del Parlamento regional.

Asimismo, destacaba el presente «próspero» de esta Comunidad gracias al «esfuerzo, empeño y esperanza» de todos sus habitantes, y por ello reclamaba a los procuradores «lealtad» a los castellanos y leoneses. Al respecto, Ibáñez recordaba que están obligados a prestigiar las Cortes, una institución que, decía, «siempre debe estar por encima de voluntades individuales», en clara referencia a todo lo ocurrido con la ex presidenta Silvia Clemente. Ángel Ibáñez continuaba su intervención comprometiéndose a velar por los intereses de la Cámara autonómica así como a llevar a cabo esta misión con transparencia. Y finalizaba insistiendo en que el diálogo, la voluntad y el consenso son, junto a la responsabilidad, la estabilidad y la normalidad, los pilares que deben seguir definiendo al Parlamento autonómico, como la mejor garantía de la democracia.

Hacia un futuro a la altura de los ciudadanos

En su discurso, Ibáñez hacía suyas unas palabras de Miguel Delibes en las que decía que «un pueblo sin literatura es un pueblo mudo», para instar a los procuradores a escribir en los días que restan de legislatura una nueva página en la historia de Castilla y León, como cuna del parlamentarismo. Y llamaba a fomentar el debate de las ideas para lograr las mejores decisiones que posibiliten un presente y un futuro a los castellanos y leoneses que esté a la altura de las demandas y expectativas.

Finalmente, cabe señalar que Raquel Sanz tomaba posesión también de su escaño como procuradora del PP por Segovia, que dejó vacante Silvia Clemente.