Animan a las mujeres mayores a romper su silencio y denunciar a su maltratador

Aunque las mujeres mayores de 65 años apenas representan un 5 por ciento de las 2.300 féminas contabilizadas en el registro de víctimas de malos tratos de la Comunidad, éstas padecen una discriminación mayor que las hace más vulnerables.

Aunque las mujeres mayores de 65 años apenas representan un 5 por ciento de las 2.300 féminas contabilizadas en el registro de víctimas de malos tratos de la Comunidad, éstas padecen una discriminación mayor que las hace más vulnerables, debido a su invisibilidad y dependencia económica del marido, que hace imposible que pueda abandonar el hogar, pero también porque una gran parte de ellas considera normal el maltrato físico o piscológico que sufren por parte de su pareja al haberse educado en una sociedad machista.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, aprovechaba ayer su visita a una residencia de mayores en el vallisoletano barrio de Parquesol, donde después participaba en una jornada sobre violencia de género y maltrato a personas mayores, para animar a éstas a romper su silencio y denunciar los malos tratos que padecen. Objetivo: dar visibilidad a su problema y contribuir a acabar de una vez por todas con esta lacra social que el pasado año se llevaba por delante la vida de 60 mujeres en España, de las cuales nueve eran mayores de 65 años. «Sólo así podremos dar respuesta y ayudarles a salir adelante y mejorar la atención hacia ellas», decía la consejera, a la vez que recordaba que no están solas y que hay recursos para conseguirlo, como son los centros de emergencia, el servicio de teleasistencia en su domicilio, el de acompañamiento y orientación jurídica y social así como el de apoyo psicológico. También en el medio rural, donde se dan muchos de estos casos que no se denuncian, a través de la labor del movimiento asociativo.

Matilde Pelegrí, presidenta de la Fundación Mayores Hoy, organizadora de esta jornada, advertía de los problemas que se mezclan en estos casos de violencia machista hacia mujeres de más de 65 años, entre los que citaba el maltrato y los problemas psicológicos y cognitivos. «Es una edad que tiene unas características específicas ya que muchas de estas mujeres se han acostumbrado a estar solas, no se atreven a hablar o ven normal el maltrato», apuntaba Pelegrí, pese a destacar que cada vez son más las que están rompiendo su silencio. Concretamente, y según datos facilitados por la Consejería de Familia e Igualdad, el pasado año fueron cinco las mujeres mayores víctimas de violencia de género las que, accedieron a una residencia tras denunciar su situación. Y en este 2016 ha sido una la persona que ha solicitado esta ayuda.