Valladolid
Cómo sobrevivir a la Navidad en una familia numerosa
En la casa vallisoletana de los Fernández-Vázquez alrededor de una veintena de personas compartirán su alegría en torno al «Niño Dios»
La vallisoletana de los Fernández-Vázquez es una de esas 23.000 familias numerosas que hay en Castilla y León, y que estos días afrontan un periodo de paz e ilusión, en una casa repleta de la alegría que transmiten sus ocho hijos, -Sofía, Cristina, Gabriel, David, Alicia, Clara, Noemí y Ángel-, y su nieta Eva. Hay gente que se pregunta ¿cómo se puede sobrevivir a la Navidad, con todos los gastos que hay, en un núcleo familiar con tantos miembros? La madre, Eva, lo tiene muy claro, «ayudándonos, respetándonos y siendo muy felices».
Aunque asegura que «tampoco hacen cosas muy diferentes a las de otras familias. Cantamos villancicos, preparamos la comida, siempre pensando en algo que les guste a los niños, e intentamos pasar un buen rato lleno de alegría en torno al Niño Dios». Y es que, es muy fácil pasarlo bien con los Fernández-Vázquez. Siempre hay anécdotas que contar, algún «Mi Burrito Sabanero» que cantar o alguna gamberrada que se escapa, pero éstas las mínimas.
El padre, Luis Miguel, afirma que la Navidad «es uno de los momentos más bonitos y esperados del año». Para ello lo preparan con el Adviento, -primer periodo del Año Litúrgico cristiano, una época de preparación para la llegada del Niño Jesús-, enciendo una vela cada domingo del mes de diciembre, como pide la tradición cristiana.
En cuanto a La Nochebuena y el Día de Navidad, Eva cuenta que la familia se ampliará hasta las 21 personas, con la llegada de tíos y sobrinos. «Aunque hay que estar un poco pendiente de los niños», subraya, «todos aportan su granito de arena para disfrutar de una jornada especial, que concluye con la asistencia a la Misa del Gallo en su parroquia».
Otro día muy esperado, sobre todo para los más pequeños de la casa, es la Noche de Reyes. La jornada comienza con la tradicional Cabalgata en la que los hijos contemplan como Melchor, Gaspar y Baltasar llevan sus presentes, para después trasladarse a la parroquia para tomar un chocolate y recibir un pequeño detalle.
A Sofía, Eva, David y Ángel, principalmente, se les ilumina la mirada cuando hablan de los regalos, y cuando su madre Eva dice la palabra mágica, «un perrito». Junto a la mascota, los juegos de mesa, las muñecas, son los otros regalos que han pedido a Sus Majestades de Oriente, a los que agasajan con Champagne, Roscón y agua para sus camellos. Además, la pizpireta Sofía, tras confirmar que se «ha portado muy bien», señala que quiere «unas playeras con ruedas y una máquina para hacerse mechas».
Al próximo año, Luis Miguel le pide «tener un poco más de paciencia con los niños, salud para todos ellos y un poco de dinero más, que nunca viene nada mal».
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