El 25% de los contratos de trabajo son para personas con discapacidad

Que las personas con alguna discapacidad encuentren un trabajo digno con el que puedan ganar en autonomía, labrarse un futuro y, en definitiva, tener ilusiones y un proyecto de vida, es una de las prioridades del Gobierno Herrera.

Pero también empieza a serlo en mayor medida para la empresa ordinaria, donde este colectivo va teniendo cada vez más participación en entornos de trabajo normalizados. Y es que los últimos datos facilitados por el Ministerio de empleo y Seguridad Social, revelan que uno de cada cuatro contratos realizados el pasado año por empresas de la Comunidad (1.579) fueron para personas con alguna discapacidad.

Y aunque debido a prejuicios y estereotipos «fruto del desconocimiento», como asegura a LA RAZÓN, Luis Mayoral, presidente de Down Castilla y León, son muchos todavía los que quieren trabajar y no pueden -la tasa de actividad en el colectivo es sólo del 36 por ciento frente al 59 por ciento general-, las empresas valoran ya más el talento que la discapacidad y consideran que contratar a una persona con discapacidad no supone problema alguno para su negocio.

También están surtiendo efecto algunas medidas de la Junta como los incentivos a la contratación indefinida de estas personas que oscilan entre los 901 y 7.814 euros en función de la duración, el tiempo, el puesto de trabajo y su adaptación. Si bien, Mayoral advierte: «Si solo pensamos en las ayudas, la inserción laboral de estas personas fracasaremos». El también representante del Cermi regional ve necesario que las empresas apuesten también por valores como la rentabilidad social, el clima laboral y la diversidad.

Centro especial de empleo

Castilla y León logró el pasado año su máximo histórico en la contratación de personas con discapacidad en su conjunto, con 6.618 empleos creados, un 13 por ciento más que en 2016. Gracias, también, al impulso que el Gobierno Herrera está dando a los centros especiales de empleo -que ya suman 208 en la Región con casi cinco mil personas trabajando-, a través de medidas como la financiación de hasta un 75 por ciento de los costes laborales y de Seguridad Social de los trabajadores de estos centros. Además, este año la Consejería de Empleo destinará un millón de euros a esta línea, con ayudas de hasta 1.200 euros como máximo al año por persona,

En empleo público, Castilla y León es un referente, y, por ejemplo, ha sido la primera región de la España autonómica que reserva hasta un 10 por ciento de plazas para personas con discapacidad intelectual.

La Comunidad es igualmente ejemplo de solidaridad y buen hacer a través de las cientos de asociaciones sociales existentes, que cada día asisten a estas personas a mejorar sus habilidades y a que tengan más opciones de lograr un empleo acorde a sus capacidades. Una de ellas es Salud Mental, que atiende, además, a uno de los colectivos de la Discapacidad con más dificultades de emplearse, debido al aislamiento y al estigma.

A pesar de a ello, cuentan con programas como «Metaemple@», que llevan a cabo en Valladolid, en el que los participantes se forman, conocen de cerca cómo funciona una empresa y aprenden a elaborar currículos así como a hacer entrevistas de trabajo, entre otras cosas. Una actividad que en 2017 permitió que seis personas con problemas de salud mental encontraran trabajo.