El Bosque quemado

El endurecimiento de las penas para los responsables de los incendios forestales intencionados que contempla la reforma del Código Penal no es suficiente para acabar con la epidemia que cada verano ataca nuestra masa forestal y trunca elementos de desarrollo rural fundamentales para este medio, máxime en estos difíciles momentos.

Al igual que ocurre con otros graves problemas, como la violencia de género, es preciso agudizar la pedagogía social con iniciativas imaginativas que inculquen en los ciudadanos, empezando por los niños, los valores de respeto a la naturaleza y el medio ambiente.

En este contexto ha surgido en el Museo de la Evolución Humana la exposición temporal «El bosque quemado», brillante ejemplo de combinación de elementos artísticos, gráficos, audiovisuales y naturales para alcanzar una labor divulgativa eficaz.

Junto el logro que el descubrimiento del fuego representó en la evolución humana, «El bosque quemado» ofrece ejemplos muy recientes de su efecto desbastador en los montes cuando se utiliza con fines malévolos . Tal es así que en los nueve primeros meses del año actual se contabilizaron en España más de 14.000 incendios que afectaron a casi 190.000 hectáreas. Uno de los más graves, con cerca de 12.000 hectáreas calcinadas que tardarán 40 años en regenerarse, fue el de Castrocontrigo, en la provincia de León.

Por eso hay que felicitar al museo burgalés por esta iniciativa, ya que todo lo que se haga para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del medio natural y su utilización responsable es digno de aplauso.