Hospitales
«El donar me hace sentir que cumplo con una obligación que todos tenemos»
Donó sangre por vez primera cuando tenía 40 años en un autobús o unidad móvil que estaba ubicado en la Plaza de San Pablo de Valladolid. «Iba con mi mujer y uno de mis hijos, y cuando lo vía ahí aparcado no me lo pensé dos veces y dije que era el momento de donar sangre», señala a este periódico Germán Matesanz, vallisoletano de 55 años, que lleva quince donando sangre y tiene muy claro que mientras siga teniendo salud, continuará donando sangre. «El donar me hace sentir muy bien porque tengo la sensación de que ayudas a mucha gente y porque cumplo con una obligación que todos tenemos», señala este empresario, propietario de una tienda de deportes en Valladolid, que hace aproximadamente un año y medio recibió un reconocimiento de la Hermandad de Donantes de Sangre de Valladolid por haber llegado a las 25 donaciones. «Me dieron un diploma y una insignia de plata que me hizo muchísima ilusión. Es algo que está bien que se haga porque contribuye a que los que somos donantes no lo dejemos además de animar a los que no lo son a donar sangre», apunta.
Como anécdota, cuenta Matesanz que siempre acude a donar sangre con varios amigos a los que él mismo convenció para que se animaran. «Nos es por presumir, pero he llevado al menos a cinco amigos a las hermandades para que se hicieran donantes y siempre que voy a donar me acompaña alguno», señala, mientras destaca que entre sus familiares, tiene un hermano que es también donante y uno de sus hijos también.
Con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, quiere agradecer la labor social que se hace especialmente a través de los voluntarios de Cruz Roja, oenegé de la que es socio también, y anima a toda la sociedad a que pase por esta experiencia «con la que te quedas muy a gusto».
✕
Accede a tu cuenta para comentar