Política

Castilla y León

El odontólogo Antonio Rey lidera desde Valladolid un proyecto que corrige dolores desde la mandíbula

Ayudaría a corregir patologías en las cervicales y en la cabeza

El odontólogo vallisoletano Antonio Rey Gil, en su consulta
El odontólogo vallisoletano Antonio Rey Gil, en su consultalarazon

Desde su clínica en pleno centro de la ciudad de Valladolid, el odontólogo vallisoletano Antonio Rey Gil, lidera un ambicioso proyecto en España -en colaboración con un grupo de doctores italianos y de la empresa bioket.it-, que estudia las relaciones cráneo-mandibulares y que puede corregir dolores por todo el cuerpo.

Sobre todo cervicales y de cabeza, aunque también puede ayudar a combatir otras patologías adicionales como el insomnio, problemas de la vista o de asimetría, cansancio incesante por una mala respiración, el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes por la tensión, conocido como bruxismo, e incluso problemas del corazón, aunque estos últimas son menos comúnes.

El también doctor en Ciencias Médicas, reconocido entre otros proyectos por su aplicación de la denominada técnica «MIDI» pionera en el mundo para la colocación de implantes dentales en situaciones complejas, cuenta a LA RAZÓN que «sólo con un cambio en la posición de la mandíbula que coloque perfectamente los dientes se pueden solucionar muchos de estos problemas».

En este sentido, pone como ejemplo a uno de sus pacientes con numerosos problemas desde hace muchos años que le han impedido hacer una vida normal, sobre todo neurológicos y oculares -tenía doble visión y le han operado de estrabismo dos veces, que ha empezado a notar una gran mejoría en su calidad de vida, después de colocarle un rodete de silicona personalizado que se pone y quita con facilidad, «que lo único que ha hecho ha sido encajarle los dientes equilibrando de esta forma su postura corporal desde la cabeza hasta los pies, pasando por los hombros, el tronco y la cintura pélvica».

El odontólogo reconoce que aún siguen trabajando en este proyecto para perfeccionarlo, y recuerda a la gente que debe tener en cuenta que con este rodete de silicona, «no se sana completamente sino que se reequilibra al paciente». Si bien, Rey Gil se muestra convencido de su efectividad y de que puede suponer una revolución en la calidad de vida de muchas personas.