«El turismo, por suerte, no padece la crisis»

Como madre trabajadora que es, nos atiende tras hacer una visita con un grupo de turistas en Valladolid y momentos antes de ir a recoger a su hija. Inés Retortillo es guía profesional turística desde 1992. «Soy autónoma desde entonces, llevo pagando bastante tiempo», ironiza. Tras diplomarse en turismo, ese mismo año, se presentó a los exámenes de la Junta -competente en esta materia- y logró la habilitación para explicar todo lo que ofrece Castilla y León. Que es mucho. «Mostramos todo lo que tiene que ver con la ciudad, su parte enológica y gastronómica. Su ámbito monumental, que es fundamental, dado que aquí poseemos más de la mitad del patrimonio histórico-artístico que hay en toda España», argumenta.

Inés pertenece a la Asociación de Guías Oficiales de Valladolid, que realizan visitas protocolarias solicitadas por el Ayuntamiento. También, a la Federación de Asociaciones de Guías de la Comunidad, que sirve de interlocutora con la comunidad autónoma y que trabaja en la adaptación de la normativa castellano y leonesa a la legislación europea.

Pero, ¿qué tipo de clientes tienen los guías de Valladolid? Según explica, «sobre todo suelen ser empresas privadas, que van desde agencias de viajes a cualquier empresa, que hoy puede ofrecer este tipo de visitas». En este contexto, cita a compañías de organización de congresos y actividades, administraciones públicas como ayuntamientos, diputaciones o Junta de Castilla y León. Pero también acuden a estos profesionales particulares, parejas que quieren conocer bien un lugar.

Y este trabajo, ¿qué momento vive? Pues, como indica Inés, «la profesión está en alza, porque el turismo, por suerte, es de los pocos sectores que se está salvando de la crisis, pero es cierto que lo estamos haciendo a un alto precio».

Una afirmación que detalla: «llevamos seis años sin variar las tarifas, es decir, sin que suban. Además, hemos pasado de un 16 por ciento de IVA a un 21 por ciento, que tenemos que asumir. Por otra parte, teníamos un IRPF al 4 por ciento hace no mucho tiempo, ya ahora se nos aplica un 9 o un 21 por ciento, según los casos, que tampoco revertimos en los precios».

Y todo ello, agrega, ofreciendo a los turistas e interesados «la misma visita, con el mismo tiempo».

Sin embargo, viendo el lado positivo, que siempre lo hay, Inés Retortillo recuerda que «no ha bajado el número de visitas», algo que puede aplicarse al nivel adquisitivo de quienes acuden a Castilla y León: «los grupos que vienen ahora no tienen nada que ver con los de hace unos años».

El mercado nacional es clave en estos momentos, sentencia Inés, quien asegura que grupos a la demanda de agencias de viajes que acudían antes al extranjero, con la crisis, visitan el país. «En lugar de viajar a Praga, vienen a Valladolid». Sin embargo, reconoce, «ahora ponen peros al precio del vino, cuando hace tres años , no». Con respecto al mercado internacional, «ha crecido mucho», por dos recursos que hay en Castilla y León, afirma: el Camino de Santiago -sobre todo en el público inglés, francés y americano- y la lengua castellana, que atrae a muchísima gente.

En cuanto al trato de las administraciones a este colectivo, Inés valora el esfuerzo y protección que les ofrece el Ayuntamiento de Valladolid y pide a la Junta que tome nota. «Por una sencilla razón -argumenta-: hay oficios que no se pueden europeizar. Los que conocemos Castilla y León somos guías de aquí, no el acompañante que viene de su país. Y encima, el mayorista no deja un duro en nuestra Comunidad».

De cerca

Inés Retortillo Alonso es palentina, aunque desde hace tiempo reside en Valladolid. Diplomada en Turismo, es guía turística desde hace más de dos décadas. Se explica «de maravilla» en inglés y alemán, como nos asegura un cliente. Además, conoce muy bien los vinos de Castilla y León y trabaja en toda la Región dando a conocer muchas bondades de esta tierra. Ha sido profesora adjunta en la Escuela de Turismo de Valladolid y fue la presidenta de la Federación Regional de Asociaciones de Guías en sus inicios.