París
El zamorano «Darío Z» se adueña del rap español con su «Contacto Tierra»
«Hay que dar vueltas y vueltas a las cosas, para que salgan adelante con elegancia, día tras día», asegura
«Hay que dar vueltas y vueltas a las cosas, para que salgan adelante con elegancia, día tras día», asegura
Hace apenas unos días ha actuado en su ciudad. Toca en pequeños recintos, pero se ha hecho hueco entre las promesas del rap español. En realidad, Gonzalo Pérez Rodríguez, conocido como «Darío Z», es la antítesis de lo que a todos nos vendrá a la mente por cantante de un género musical que defiende a capa y espada, con argumentos que convencen. «El rap es un género crudo, que puede tratar la realidad, y que lo hace de forma explícita. A mí no me gusta ser cien por cien claro, porque, para eso, es mejor dedicarse a la política, a hacer un ensayo científico o a cualquier otra cosa, pero no a la música».
Gonzalo es economista. Lo es, porque se formó para ello en la Universidad de Salamanca. Dudaba si estudiar otra carrera y, recurriendo a su sentido práctico y realista, optó por lo que considera «por suerte o por desgracia, la Filosofía del mundo moderno, una carrera que me aportaría conocimiento técnico para entender el mundo». Un vaticinio nada errado, porque Gonzalo Pérez, o Darío Z, como prefiera, tuvo oportunidad de ser Erasmus en París, donde obtuvo una beca como administrativo. Posteriormente, fue contratado en un banco francés para trabajar en Madrid, fue consultor de banca y ahora aborda proyectos de Innovación y Desarrollo con la Unión Europea.
En su haber se encuentran ya dos trabajos discográficos, «Habitación 215», que publica en 2010, y «Contacto Tierra». El primero, refleja sus vivencias en una estancia de menos de 20 metros cuadrados, en Madrid, sin que por sus ventanas traspasara un rayo de luz. Pero, igualmente, «tiene que ver con perseguir lo que quieres hacer, con lo bonito que resulta gestar música, con reflexiones sobre lo que vivía entonces».
Su segundo disco habla de una sensación común en esta sociedad, la de estar en un mundo impersonal: «habla de estar en un sitio al que crees que no perteneces. De tener la sensación de que malgastas el tiempo, pero a la vez estás obligado a hacerlo. Malestar e inconformismo constante». Algo que ilustra con un ejemplo: «la gente desea salir de su trabajo, pero lo hace y no tiene ni idea de qué hacer. Sólo posee dinero, pero no tiempo, acumula cosas que no da tiempo a usar».
A «Darío Z» se le nota especialmente orgulloso de este último volumen, también presente en espacios ''streaming'' como Spotify, itunes o con enlaces desde su web (darioz.org). «Es más redondo, presenta una temática uniforme», reconoce, tras referirse a David Muñoyerro, un abulense virtuoso del piano, como un baluarte y apoyo constante en su todavía incipiente carrera. «También colaboran muchas otras personas en mi obra, pero orquesto por suerte casi todo y tengo la capacidad de decidir», explica, «aunque David tiene un rol especial, porque detecta rápido lo que quiero expresar y es un compositor que llegará muy lejos».
En una sociedad como la que señalaba este joven, y en la que los de su edad o cogen la maleta o viven con sus padres, «Darío Z» expone que «pretendo crear otra banda en Madrid, pero es complicadísimo por las características técnicas de los músicos que busco, porque todo tiene que cuadrar a nivel personal pero también espiritual, porque considero lo que hago de una manera muy íntima e intensa». De hecho, en sus discos hay muchos pasajes autobiográficos y su maquinación no quiere dejarla en manos de cualquiera. «Darío Z» ya trabaja en un próximo álbum, que podría ver la luz en el año que arranca. Y por ello luchará como ha hecho hasta ahora: «la ética y el trabajo para mí son la misma cosa: hay que dar vueltas a las cosas, hacerlo lo mejor posible, pero siempre de una manera elegante». Esa filosofía de vida, pero también la suerte, como reconoce en esta entrevista, le han permitido hacerse, durante los últimos meses, con tres galardones: el primer Premio del Certamen Nacional de Jóvenes Creadores convocado por el Ayuntamiento de Madrid, una mención especial del jurado en el Certamen de Arte del Instituto de la Juventud de Castilla y León y, recientemente, otra cita, de ámbito nacional, promovida por el Ayuntamiento de Salamanca. Un logro este último que le permitirá tocar, a finales de este mes, en el DA2.
Pero, ¿cómo es el rap de «Darío Z»? Él lo define como «algo nuevo», y se explica: «se trata de un sub género, como menos violencia y más lírica». De hecho, el joven zamorano no desgrana influencias musicales -«eso es casi imposible, porque he bebido de muchos grupos», afirma-, pero se desvive por exponer su pasión por la literatura y autores como Murakami o Fowles, que retocan la realidad.
Ahora bien, «Darío Z» aclara al lector que «no vivo en América, ni en mis videoclips aparecen mujeres desnudas, ni hago graffiti, ni siquiera improviso». Demuestra tener los pies en el suelo, e insiste: «hay mucha gente que debe conseguir lo que se propone, porque lo merece, el trabajo da sus frutos», aunque reconoce que «sería perfecto vivir de la creación artística, pero hoy es casi imposible».
Gonzalo Pérez (Darío Z)
Cantante de rap zamorano, con dos discos en el mercado y multipremiado en los últimos meses
Como tantos jóvenes zamoranos, con 18 años cogió la maleta para ir a estudiar a Salamanca. Allí se gesta su alter ego, Darío Z, nombre con el que publicaría sus hasta la fecha dos discos de rap, titulados «Habitación 215» y «Contacto Tierra», que marcan una evolución apabullante en la carrera de este economista que trabaja, para la Unión Europea, en proyectos relacionados con Innovación y Desarrollo. Ha ganado tres premios en los últimos meses. Los tres a los que se presentó.
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