Arte, Cultura y Espectáculos

Japón despliega en Valladolid su belleza, historia y mitología a través de 200 obras

Más de 200 obras de la colección de Pietro Gobbi acercan hasta el 13 de julio la "belleza", la historia y la mitología de Japón a la sala de exposiciones de La Pasión de Valladolid

Más de 200 obras de la colección de Pietro Gobbi acercan desde este viernes y hasta el 13 de julio la "belleza", la historia y la mitología de Japón a la sala de exposiciones de La Pasión de Valladolid.

Así, la muestra 'Arte japonés. Belleza y honor en el Antiguo Japón', compuesta por xilografías, caligrafías, armaduras, espadas y objetos de perfumería, entre otros, constituye una oportunidad "única"para recorrer la historia de una civilización de "antiguos y nobilarios"orígenes.

De esta manera ha presentado la exposición la concejal de Cultura, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Mercedes Cantalapiedra, acompañada Gobbi, quien ha explicado que como coleccionista y estudioso le ha llamado la atención, en el campo de los grabados, la posibilidad de "mirar y observar"tales obras.

Gobbi ha reconocido que la colección puede provocar dos reacciones: "gustar mucho o ser rechazada", debido a que los motivos de los gráficos japoneses "son diferentes"a los occidentales. Además, ha matizado que mientras en Occidente se trabaja con perspectiva, en Japón los grabados "son planos", con colores y espacios asimétricos.

"Estas son las notas que pueden llamar la atención, pero hay que entender estos conceptos para comprender las obras", ha destacado el coleccionista antes de explicar que cada obra se puede "leer"bajo aspectos diferentes y que para hacerlo es "necesario"conocer la mitología japonesa.

En este sentido, ha puesto como ejemplo una imagen: un águila en pleno vuelo con un pájaro más pequeño a su lado. Según Gobbi, la primera opción es pensar en una presa para cenar. Sin embargo, para la cultura de Japón simboliza la leyenda de la gratitud: la del rapaz que caza para obtener en invierno el calor del alado más pequeño, al cual libera al día siguiente.

Respecto a la diferencias entre artistas coetáneos de procedencia asiática u occidental, el coleccionista ha manifestado que si se comparan los "más destacados"artistas del grabado, como Rembrandt o Goya, la interpretación es "más particular y difícil", mientras que los japoneses recurren a temas de la vida diaria.

La figura de la mujer

La muestra ofrece también la posibilidad de entender la figura de la mujer, de las jóvenes cortesanas de la época que encarnaron los ideales de belleza de ese momento y los lugares de placer. Así, ofrece una retrospectiva de la "sensualidad"de maestros como Hokusai

o Eizan, entre otros.

En este sentido, Gobbi ha explicado que la percepción de la mujer en Oriente en "muy diferente": en el periodo antiguo era "secundario"

y con un papel "más importante"en el siglo XVII. Además, ha indicado que con respecto a su relación con el hombre, también existen diferencias debido a la "influencia"del cristianismo en Occidente.

De hecho, ha puntualizado que mientras el arte Shunga (erótico) se percibe con "más"libertad en oriente, en Occidente está relacionado con el erotismo, al tiempo que ha reflexionado que la mujer, en las clases altas de la antig~edad, se clasificaba según estuviera casada, lo que suponía un respeto, o fuese cortesana y amante.

A colación de esta clasificación, Gobbi ha puntualizado que las Geishas "no eran prostitutas"y sí mujeres que acompañaban a los hombres en las fiestas y acontecimientos, expertas en el manejo de instrumentos, poesía, escritura y de todas las artes de entretenimiento.

Frente a estas, se encontraban las que sí ejercían dicha profesión, a las cuales el hombre tenía que cortejar antes para que ellas decidieran si prestaban los servicios o no.