Castilla y León
La crisis deja sin empleo a más de 23.000 trabajadores foráneos
Los afiliados extranjeros a la Seguridad Social en Castilla y León han pasado de los 72.236 en el verano de 2008 a los 48.569 del último junio
La crisis económica está pasando factura a los ciudadanos extranjeros que trabajan en Castilla y León. Desde que se iniciara la crisis -y contabilizando las cifras desde el mes de julio de 2008-, los afiliados foráneos en la Seguridad Social han caído en 23.694 personas. Es decir, de los 72.236 habidos por aquellas fechas, se ha pasado a 48.569, lo que supone un descenso pronunciado del 33 por ciento. La caída, en lo que se refiere al total de empleados en las Comunidad ha sido del 15 por ciento, de 981.537 personas a 851.476.
No comunitarios
Y si se analiza la procedencia de estos trabajadores foráneos, la sangría ha sido mayor en aquellos no comunitarios, con un descenso de más del 40 por ciento. Las cifras hablan por sí solas. De 38.754 personas se ha pasado a 23.926, con un descenso en el regimen general de más de 14.000 afiliados, 400 menos en el sector agrario, 300 en el hogar y la nota positiva es que el número de autónomos extranjeros en este periodo se ha incrementado en cerca de 300 personas.
La crisis del carbón también ha pasado factura a los extranjeros de fuera de la Comunidad, ya que si en 2008 eran catorce los que trabajaban en el sector, a día de hoy no hay ninguno. Pero sí que hay trabajando en las minas aún una veintena de foráneos comunitarios, aunque eran hace cinco años alrededor de 150 los que trabajaban allí.
La caída de afiliados comunitarios en este periodo es ligeramente mejor al de los no comunitarios, aunque con un descenso del 20 por ciento. En el régimen general se han perdido 7.700 empleos, en el agrario poco más de 200, mientras que en el del hogar se ha producio un incremento importante de más de 1.200 personas, debido a la entrada en vigor de la Ley para las Empleadas de Hogar que entraba en vigor el pasado año.
Por contra, el número de autónomos comunitarios se redujo en más de 2.000 ciudadanos.
Si se analizan estos datos por provincias, la situación es muy pareja en todas ellas, con notables descensos por encima del 25 por ciento. En este sentido se lleva la palma Ávila, donde el retroceso ha sido del 42 por ciento, seguida de León con el 38 por ciento, y Salamanca, Burgos y Segovia con el 32 por ciento. A continuación se sitúa Valladolid con una pérdida del 31 por ciento. Por debajo del 30 por ciento se situaron Zamora (29%), Soria (27%) y Palencia (26%).
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