La implicación de profesores y alumnos frena el acoso escolar

Fue en el curso escolar 2006/07 cuando se dio la voz de alarma ante el preocupante aumento en el número de casos de acoso e intimidación entre alumnos de nuestra Comunidad.

Fue en el curso escolar 2006/07 cuando se dio la voz de alarma ante el preocupante aumento en el número de casos de acoso e intimidación entre alumnos de nuestra Comunidad. Ese año académico finalizó con un centenar de sucesos de lo que se conoce como 'bullying' en los colegios públicos y concertados de la Región.

Desde entonces, tanto la implicación de los profesores, reforzando el control y la vigilancia de los alumnos, como la de los propios alumnos -más de ochocientos actúan como mediadores favoreciendo un clima de confianza entre los propios estudiantes y con el profesorado, y el respeto a las normas de convivencia-, han conseguido reducir a ocho el número de casos de acoso escolar que han sido verificados e informados a la inspección pública. Un descenso que, respecto al pasado curso escolar, se ha hecho más patente aún, con 31 casos menos, al pasarse de 39 a estos ocho. Sucesos todos ellos que afectan sólo a alumnos, tanto las víctimas como los agresores.

Éste uno de los datos más destacados del informe que el director general de Política Educativa Escolar, Fernando Sánchez-Pascuala, presentaba ayer en el Pleno del Observatorio Regional de Convivencia Escolar, que se celebró en el IES «Julián Marías» de Valladolid, uno de los centros de nuestra Comunidad premiados por su compromiso con la convivencia entre alumnos y profesores en las aulas. El dossier revela, también, que se produjeron 23.460 incidencias en 649 colegios públicos y concertados; que 39 de estos centros cuentan con cincuenta o más alumnos implicados en algún caso o que hay 467 colegios que no han detectado ningún tipo de incidencia. Asimismo, el estudio muestra también que ocho de cada diez incidencias (18.534) tienen que ver con el desarrollo de las tareas académicas, mientras que el 14 por ciento (3.088) son por problemas entre alumnos y un tres por ciento (606) por las relaciones entre estudiantes y profesores.

El único dato negativo es que el número de escolares implicados en incidencias ha aumentado levemente respecto al 2011, al pasar de 8.852 ese año a los 8.864 de el curso pasado. Algo que, para Sánchez-Pascuala, no es tan relevante «ya que son cifras similares», decía, mientras explicaba que lo más importante son los 350.000 -de un censo de 364.000- los que no tienen ningún problema de convivencia en el colegio.