La Junta da la cara por la farmacia rural y garantiza con su apoyo su continuidad

Preservar el modelo farmacéutico y su actual despliegue territorial. Éste es el reto que persigue la Junta de Castilla y León. Y se materializará con la elaboración de una norma, por la que se compensará a las oficinas de farmacias de Castilla y León situadas en el ámbito rural, que se encuentren «aisladas» y presenten una facturación que no supere los 200.000 euros.

El anuncio lo realizó el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, quien participó en la reunión que mantuvo, ayer en Valladolid, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con la presidenta del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, Carmen Peña, y su homólogo en la Comunidad, el burgalés Jesús Aguilar.

La medida, detalló, deriva del Real Decreto 8/2010, y permitirá dar oxígeno y «estabilidad» a unos negocios que han visto reducidos sus beneficios por las medidas aplicadas para contener el gasto en los últimos años, lo que ha llevado a algunos de estos negocios a encontrarse en la actualidad en el «límite de su viabilidad».

La nueva reglamentación, que se aprobará durante el mes de marzo pero que tendrá efecto retroactivo aplicable al 1 de enero -aunque también se tendrá en cuenta el volumen de facturación de los últimos seis meses de 2012-, afectará a una de cada seis oficinas de farmacias del medio rural. Castilla y León cuenta en la actualidad con 1.639 puntos de atención de este tipo, de los que 629 se sitúan en áreas urbanas; 146, en suburbanas; y 864 en zonas rurales, a los que hay que sumar 274 botiquines asociados.

Asimismo, nuestra Comunidad fue la que más redujo su gasto en medicamentos durante el pasado ejercicio a través de recetas, con un 15,4 por ciento menos, lo que supuso un ahorro de más de 102 millones de euros.

Soluciones efectivas

El aumento en el copago de los fármacos por parte de los ciudadanos supuso el 11,92 por ciento, mientras que el resto se debió a la prescripción por principio activo, al uso de genéricos, a la exclusión de medicinas de baja utilidad terapéutica o a la actualización de precios de referencia.

Castilla y León ha demostrado, en palabras del consejero Sáez Aguado, «una prescripción más eficiente», quien defendió, en este sentido, una «mayor garantía de viabilidad» para las oficinas de farmacia, a partir del pago, «en tiempo y forma», que, reiteró, la Junta afronta cada día 20, a mes vencido.

Mientras, Carmen Peña, que también es vicepresidenta de la Federación Internacional de Farmacéuticos, remarcó que el modelo español, basado en la proximidad, la titularidad y la independencia, «funciona bien», para destacar a renglón seguido que el 99 por ciento de los pacientes puede acudir a recoger sus medicinas a pie a la farmacia. Un hecho que, destacó, «permite evitar la deslocalización». Al respecto, se refirió al volumen de negocio que actualmente manejan las oficinas farmacéuticas en nuestro país, que supone que el 83 por ciento de lo que se dispensa esté pagado con fondos públicas, a partir de recetas prescriptas por el Sistema Nacional de Salud.

En este contexto, valoró el respaldo dado por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, a este modelo «accesible y de calidad».

Los farmacéuticos piden compromiso a los pacientes

«Nuestra gran asignatura pendiente es asegurar la adherencia al tratamiento de los pacientes crónicos y polimedicados». Eran palabras de Carmen Peña, presidenta de los farmacéuticos de España, quien valoró el esfuerzo que lleva a cabo Castilla y León, que recientemente ha aprobado una Estrategia de Atención al Paciente Crónico, en su empeño por modificar el tradicional sistema basado en casos agudos, para focalizarlo en los crónicos, que suponen 1,14 millones de personas sólo en Castilla y León. Peña, además, aseguró que es pronto para saber si el copago de medicamentos afecta al consumo de estos.