Religion

La juventud de Ávila pasea a hombros a su Virgen de las Vacas recién coronada

Éste es un «grito de felicidad a María y de amor a la Iglesia», asegura monseñor Jesús García Burillo

El obispo García Burillo en la coronación del sábado
El obispo García Burillo en la coronación del sábadolarazon

Como «un grito de felicitación a María y un acto de amor de la Iglesia». Así ha definido Jesús García Burillo, obispo de Ávila, la coronación de la venerada imagen de la Virgen de las vacas y su posterior salida a hombros de decenas de jóvenes, acompañada por cientos de abulenses que han querido participar con entusiasmo de este acontecimiento eclesial que ha desbordado de alegría la capital abulense.

Desde hacía tiempo, los abulenses se venían preparando para este solemne acto con actividades diversas, incluida la caritativa y social, así como otras de carácter litúrgico para renovar la devoción que profesan a esta imagen centenaria, de abuelos a padres y de padres a hijos.

El prelado abulense ha insistido en que esta coronación de la Virgen de las Vacas es «un acto del pueblo de Dios que manifiesta visiblemente su Fe y esperanza en la Madre y su agradecimiento por tantos favores recibidos a través de mediación».

«A nuestra mente viene el recuerdo agradecido de nuestros abuelos, padres y sacerdotes que nos hablaron de la Virgen y nos enseñaron a rezarle llevándonos de su mano a la ermita», ha recordado Jesús García Burillo.

Un gesto cargado de Fe y esperanza que ha reunido a niños, jóvenes, adultos y mayores en torno a la Madre de Dios en un acto inolvidable para esta ciudad.

«El gato montes»

Una auténtica corona humana que ha el obispo de Ávila ha aprovechado para insistir en la importancia de la familia como motor de amor y fraternidad y espacio abierto a la transmisión de la vida y despertar religioso: «un lugar donde se reza y se acoge a los necesitados y somos bendecidos desde el corazón de Dios», ha insistido Jesús García Burillo.

Debido a la lluvia, la imagen ha tenido que ser protegida con plásticos, a excepción del tramo que discurre entre el Lienzo Norte de la Muralla, cuando los mozos de la hermandad han bailado a su Virgen al compás del pasodoble «El gato montés».

Ha sido el momento en el que más público se ha concentrado y también cuando las emociones han brotado con mayor fuerza. Algunos han acabado llorando y abrazándose al final de baile a la altura del puente Adaja.

Además de los fieles que han participado en las ceremonias de la coronación y posterior procesión, miles de personas han seguido de cerca el paso de la popular Virgen de las Vacas, que a partir de ahora comparte corona con la Virgen de Nuestra Señora de Sonsoles.