Castilla y León

La reestructuración del Banco Ceiss afectará a un máximo de 1.120 empleos

El objetivo es garantizar la competitividad de la entidad en el futuro y el liderazgo en Castilla y León

Una sucursal de la entidad bancaria EspañaDuero en la capital vallisoletana
Una sucursal de la entidad bancaria EspañaDuero en la capital vallisoletanalarazon

La reestructuración del Banco Ceiss afectará a un máximo de 1.120 empleos. Así se lo trasladó la dirección a la representación legal de los trabajadores, en la primera toma de contacto para iniciar el proceso de negociación previo.

En concreto y según participantes en la reunión, la desaparición de los servicios centrales con sede en León, Salamanca y Valladolid, además de las oficinas de Madrid, reducirá la plantilla en 541 personas, mientras que los otros 579 trabajadores corresponderán a la red de oficinas, informa Ical.

Fuentes de la entidad financiera indicaron que la primera reunión sirvió para presentar los detalles de las razones de poner en marcha esta medida, que no es otra que garantizar la competitividad a largo plazo y mantener el liderazgo en Castilla y León. Asimismo, explicaron, que la reestructura es consecuencia tanto de los requerimientos de la Comisión Europea, como del contexto económico en que se encuentra el sector financiero, que «hacen necesarias medidas adicionales de eficiencia».

Las mismas fuentes afirmaron que la reciente integración informática y operativa entre las antiguas Caja España y Caja Duero, y la apuesta por un modelo de negocio con mayor presencia de canales digitales «posibilitan también este proceso de reducción de costes». «El nuevo modelo de negocio integrado requiere un redimensionamiento de plantilla, que afectará tanto a los servicios centrales como a la red», reiteraron.

Banco Ceiss tiene previsto completar los requerimientos impuestos por la Comisión Europea dentro de su plan de reestructuración para 2016, que incluían, entre otros, los siguientes aspectos: focalización de la red de oficinas en sus territorios de origen (Castilla y León, Madrid y Cáceres), venta ordenada de participaciones empresariales y reducción de plantilla.

Este proceso permitirá a la entidad financiar «afianzar sus niveles de solvencia, aprovechando las sinergias surgidas de la integración en el Grupo Unicaja».

Las respuestas por los sindicatos no se hicieron esperar, y desde Comisiones Obreras calificaron la reestructuración de «desproporcionada» ya que se eliminaría el 33 por ciento de la plantilla.