Valladolid
La unión vecinal ayuda a 400 familias vallisoletanas a encontrar trabajo
La sociedad civil se fortalece a través del proyecto «Entrevecinos» con una cooperativa que ha creado ya 25 empleos
Se trata de un «proyecto global», cuyo principal objetivo es ayudar a encontra un empleo a personas en paro de larga duración, además de dar una respuesta a las necesidades socio familiares de los diferentes barrios deValladolid, a través de la unión vecinal. Así define «Entrevecinos», nacida hace siete años ya, uno de sus promotores, José Andrés Arranz, que atiende a LA RAZÓN, junto a la educadora social, Irene Cordovilla, que trabaja en el local con el que cuentan en el Barrio España.
El germen nació con el reto de ayudar a personas en situación de desempleo y en riesgo de exclusión social, aunque desde hace dos años también se trabaja con personas empleadas con sueldos bajos. «El eje conductor de la iniciativa es la orientación socio-laboral, sobre todo en el apartado de manejar las nuevas tecnologías», señala Irene, quien indica que la atención a toda la persona que acude al centro es «personalizada». El proceso suele durar entre cuatro a seis meses y el perfil de las personas que se acercan hasta «Entrevecinos», suele ser mayor de 45 años, con una edad laboral bastante extensa, y que carecen de oportunidades por la edad.
A lo largo de estos años, han sido unas 400 familias a las que se les ha ayudado a la búsqueda de un empleo, y más o menos la mitad lo han encontrado, aunque no todos los trabajos han sido satisfactorios. Semanalmente, se trabaja con alrededor de 25 a 30 familias. Además, los trabajadores sociales del Ayuntamiento de Valladolid derivan a desempleados a «Entrevecinos» para ayudarles.
Con un proceso consolidado, en 2015 llegó la oportunidad para dar un paso más. Ese año el proyecto social era reconocido a nivel nacional con un Premio a la Innovación Social, tras ser elegidos entre 700 iniciativas de toda España. Y el reconocimiento venía acompañado por un montante económico de 15.000 euros. «Fue la oportunidad para poner en marcha una cooperativa. Al ver que el empleo apenas salía o era muy pobre. Y ahí fue el momento de generar una herramienta generadora de empleo. A partir de ahí hemos empezado a funcionar como una empresa, con el objetivo de que los beneficios fuera el conseguir horas de trabajo, bien pagadas y cotizando a la Seguridad Social», iondica José Andréz Herranz.
Han pasado tres años desde entonces y cada vez se va facturando más, con 25 personas que se dedican a distintos servicios integrales que tienen que ver con la limpieza doméstica o industrial, ayuda a domicilio y asistencia a personas dependientes, la rehabilitación y reforma de viviendas y edificios o una gestoría. «Nuestro sentido último es encontrar empleo y consolidar el proyecto», afirma Herranz.
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