Las tasas y la crisis no frenan los divorcios en Castilla y León

La tendencia de los últimos años ha cambiado. Las separaciones matrimoniales en los últimos meses han crecido en Castilla y León. Ni los efectos de la crisis ni de la puesta en marcha de las nuevas tasas judiciales han hecho posible que esta cifra siga a la baja, y el número de parejas que deciden emprender una nueva vida aumenta en la Región.

El último dato conocido es que los juzgados de nuestra Comunidad tramitaron en el tercer trimestre de 2012 un total de 1.007 rupturas matrimoniales, cifra que supone un ligero incremento del 1,7 por ciento con relación al mismo periodo del año precedente, cuando se alcanzaron las 990.

El 51,9 de las rupturas (523) fueron divorcios consensuados, lo que supone una caída del 9,4 por ciento con relación al mismo periodo del 2011. Los divorcios en los que no hubo acuerdo entre las partes se incrementaron un 15,7 por ciento hasta los 412, lo que representa el 40,9 por ciento del total. En este periodo se registraron 72 separaciones, que representan el 7,1 por ciento del total de las rupturas. De estas 29 fueron no consensuadas, mientras que en 43 hubo acuerdo entre las partes. Los trámites judiciales para un procedimiento de divorcio y uno de separación son similares, aunque en el caso de la separación no se disuelve el vínculo del matrimonio, es decir, la separación no permite que los cónyuges vuelvan a contraer un nuevo matrimonio.

Valladolid y León, a la cabeza

Por provincias, Valladolid se sitúa a la cabeza con 236 rupturas, por delante de León (224), Salamanca (124), Burgos (112) y Zamora (83). En el lado opuesto aparecen Soria (26), Segovia (53), Ávila (56) y Palencia (64).

A pesar de este crecimiento, las cifras en Castilla y León están por debajo de la media nacional. Y es que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el número de disoluciones matrimoniales por cada 1.000 habitantes la Región fue de 1,76, lejos del 2,34 de España. Por comunidades autónomas, las que registraron mayores tasas de rupturas fueron Canarias (2,86), la ciudad autónoma de Melilla (2,71) y la Comunidad Valenciana (2,7). En el lado opuesto figuran Extremadura (1,7), Castilla y León (1,76) y Castilla-La Mancha (1,78).

Los datos demuestran que los castellanos y leoneses siguen aguantando más antes de dar el paso de acabar con su matrimonio, y que superan mejor las dificultades económicas que están afectando a las familias españolas.

El presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, Fernando García-Delgado, volvió a mostrarse muy crítico con las nuevas tasas judiciales aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. En cuanto a los procesos de separación indicó, en declaraciones a LA RAZÓN, que «es pronto para saber si las nuevas tasas van a reducir los divorcios, pero es una medida que está machacando a todo el sector, porque va a perjudicar, y mucho a la clase media». Asimismo, declaró que «las separaciones se van a seguir produciendo, pero las tasas y la crisis hacen que las parejas alcancen acuerdos para no ir a los juzgados». «Pero está claro», añadió García-Delgado, que «las dificultades económicas hacen que la gente se separe, aunque las estadísticas y las encuestas en muchos casos no digan eso, los divorcios crecen año tras año por estas dificultades».

Y es que, según explicó la crisis y las últimas medidas puestas en marcha por el Ejecutivo central está empujando a las parejas al divorcio de mutuo acuerdo.

Los más perjudicados

El presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León reiteró que, con las nuevas tasas judiciales, la más perjudicada volverá a ser la clase media, lo que seguro «repercutirá también en el crecimiento de los divorcios».

«Un motivo más para que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se replantee la medida, que escuche a jueces y abogados», subrayó García-Delgado, quien se volvió a mostrar partidario de aprobar «un Pacto de Estado en favor de la Justicia», que implique a todo el sector y tenga en cuenta la opinión de los ciudadanos.