Ganadería

Los afectados por ataques de lobos cobrarán en no más de 3 semanas

El consejero Suárez-Quiñones pide un pacto para que Europa cambie de postura al sur del Duero

Suárez-Quiñones saluda a la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, en la jornada Redforesta
Suárez-Quiñones saluda a la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, en la jornada Redforestalarazon

Los ganaderos que se van afectados en sus explotaciones por los ataques de lobos a sus rebaños podrán cobrar las indemnizaciones correspondientes en un plazo máximo de tres semanas desde la presentación de expediente.

Un dato relevante por cuanto en estos momentos hay ganaderos que están tardando hasta nueve meses en percibir las compensaciones económicas, lo que está produciendo algunos problemas en la viabilidad de las explotaciones, según advierten las organizaciones profesionales agrarias.

Así lo anunciaba ayer en Palencia el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien reconocía que estos ataques están causando «daños intolerables» en provincias como Ávila, Salamanca y Zamora, aunque también en Palencia.

Respecto a la posibilidad de cambiar la normativa para que el lobo pueda cazarse al sur del río Duero, el consejero explicaba avanzaba que este asunto se debatirá con el Gobierno resultante de las elecciones del 26 de junio, en una reunión que pedirán al ministro de turno en cuanto se constituya. «La normativa tiene que modificarse desde Europa», recordaba Suárez-Quiñones, tras recordar que mientras el sur del Duero el lobo está protegido, al norte está considerado como una especie cinegética y gestionable.

Todos unidos

El consejero insistía en que la Junta no tiene la llave para solucionar este conflicto al sur del Dueros, y por este motivo reclamaba unidad a todos los agentes para acordar un criterio único para que pueda dirigirse con esa posición de común al Gobierno de España.

Actualmente, existen unos 1.600 ejemplares del lobo en la Comunidad, cuando hace unos años se contabilizaban apenas cuatrocientos. Algo que, en opinión del consejero, «ha acabado con la balanza de equilibrio que existía entre la actividad ganadera y esta especie.

De todas formas, Suárez-Quiñones recordaba que desde el departamento que dirige se están tomando numerosas medidas para que se cumplimente y se controle al máximo la especie, como cerramientos, la utilización de perros mastines o la creación de depósitos de carroñeros para que los lobos puedan alimentarse. Todo ellos con el objetivo de que pueda ser compatible la vida del lobo con la de los ganaderos. Al respecto, el consejero aseguraba que el lobo ibérico en la comunidad «tiene asegurada su conservación».