Castilla y León

Los ciclistas llaman a la cautela y el respeto en la carretera para evitar más accidentes

Desde la Federación en Castilla y León se recuerda que la distancia para adelantarlos es de 1,5 metros

Concentración de ciclistas y triatletas para concienciar al resto de conductores de la fragilidad de las bicicletas en las carreteras
Concentración de ciclistas y triatletas para concienciar al resto de conductores de la fragilidad de las bicicletas en las carreteraslarazon

Los ciclistas de Castilla y León llaman a la prudencia y el respeto entre coches y bicis para evitar y prevenir los accidentes mortales en las carreteras.

Así lo hizo el presidente de la Asociación de Ciclismo de la Comunidad, Roberto Coca, en declaraciones a LA RAZÓN, quien asegura que la convivencia entre todo tipo de vehículos es posible si se siguen las normas de circulación establecidas por la Dirección General de Tráfico (DGT).

A saber: los ciclistas deben ir siempre que sea posible por el carril-bici; si van en grupo pueden circular en columna de a dos, como máximo; si hay poca visibilidad o el tráfico se complica, por seguridad circularán en hilera, de uno en uno; además, si se circula de noche, pasos inferiores y túneles, es necesario llevar en la parte delantera una luz de posición de color blanco y en la parte trasera una de color rojo y un catadióptico, no triangular.

Sin embargo, una de las directrices más conocidas pero menos respetadas es aquella que estipula que para adelantar a un ciclista se debe dejar una distancia de, como mínimo, 1,5 metros.

Es el incumplimiento de estos consejos el que, en muchos casos, ha desembocado en accidentes, por los que los ciclistas de la Región, desde la Federación, reivindican a las administraciones que emprendan medidas para reducir el número de atropellos, endureciendo la legislación vigente para los casos con estupefacientes y alcohol de por medio.

Además, Coca recomienda, sobre todo en invierno, con días de frío, niebla y heladas en la carretera, que aquellos ciclistas que quieran entrenar «salgan a rodar por la mañana con buena luz» y que, en caso de no poder hacerlo, «vayan al velódromo Narciso Carrión de Valladolid, en la carretera Renedo, donde siempre van a estar seguros».

La Federación de Castilla y León cuenta con 3.400 federados este año y, después de un tiempo de parón en las inscripciones, ahora aumentan en unos 150 al año.

Sus principales actividades son el ciclismo en ruta (el más numeroso), el mountain bike y pista. En las rutas se dan dos modalidades: competición y cicloturismo, que es aquel que se hace por ocio y por libre, y en el que más accidentes se producen.

Para evitarlos, desde la Dirección General de Tráfico se han establecido 29 tramos de Rutas Ciclistas Protegidas en la Comunidad, con casi 1.000 kilómetros, en colaboración son las administraciones y asociaciones de este deporte.

En concreto, hay cuatro en las provincias de Burgos (zonas de Aranda, Arlanzón o Traspaderne) y Valladolid (Tudela de Duero, Pesquera o Wamba); tres en las de Ávila (capital o Arévalo), León (Ponferrada o Navatejera), Palencia (Ampudia o Astudillo), Segovia (CL-601 y N-110), Soria (Vinuesa o El Royo) y Zamora (San Marcial o Villalazán); y dos en Salamanca (Topas y Calvarrasa).