Valladolid
Luis Argüello anima a los católicos a vivir en la donación y la transmisión de la fe
El obispo auxiliar da cuenta de las aportaciones de los fieles y explica la necesidad de financiación
Luis Argüello anima a los católicos a vivir en la transmisión de la fe y a no estar de brazos caídos. Así, el obispo auxiliar de Valladolid, afirmó que «una comunidad es tanto más grande cuanto más participan en ella sus miembros», y es por ellos que empujó a los fieles a participar en la vida entera de la Iglesia, la catequesis, la celebración litúrgica, la colaboración en Cáritas, la atención a los enfermos, y la ayuda económica.
En la presentación de las cuentas de la Archidiócesis del pasado año 2016, Argüello explicó que «estamos creciendo en autofinanciación gracias a las aportaciones de los fieles y de la asignación tributaria, repartida por la Conferencia Episcopal».
Más ingresos cada año
Detalló también que el pasado ejercicio se contó con unos ingresos de casi 13,12 millones de euros, un 6,5 por ciento más que en 2015, de los que casi un millón se destinó a la construcción del nuevo templo de La Flecha y la adecuación de los salones parroquiales de Zaratán.
Ambos gastos extraordinarios obligaron a la Archidiócesis a recurrir a fondos propios para poder cubrir el déficit presupuestario que generaron, explicó su ecónomo José María Conde.
Con unas aportaciones de la comunidad católica vallisoletana de casi cinco millones de euros, la partida más importante del apartado de ingresos, Argüello se mostró satisfecho con el amor que profesan los fieles a su Iglesia y les alentó a realizar aportaciones periódicas o puntuales, si así lo consideran, en la nueva página web www.donoamiiglesia.es, portal puesto en marcha por la Conferencia Episcopal Española para facilitar esta acción.
En el apartado de gastos, la partida mayoritaria correspondió a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento con 5,6 millones, de los que más de dos millones se destinaron a obras de reparación y conservación.
El obispo auxiliar aseguró que la Iglesia se enfrenta a la paradoja de tener que abrir templos en zonas nuevas con más población y mantener los ya cerrados o los que se van a cerrar, como el convento de Santa Clara en Medina de Rioseco. Finalmente, reclamó que es necesario abrir un diálogo entre las administraciones, los propietarios y los compradores para intentar darles uso.
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