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Valladolid

Martín Garzo ahonda en el mundo de los secretos y de lo que no queremos ver

El encuentro de dos soledades protagoniza«La ofrenda», nueva novela del universal escritor

El escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo
El escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzolarazon

Confiesa Gustavo Martín Garzo que este proyecto llevaba en el cajón mucho tiempo, desde sus tiempos infantiles, cuando quedó cautivado por el clásico de terror «La mujer y el monstruo». Una obsesión, inspirada en aquellas películas de series B, que ha cristalizado en su nueva novela «La ofrenda», donde subyace también todo el universo literario del autor vallisoletano, que afirma a LA RAZÓN, que nos encontramos ante su novela más redonda.

«Yo quería escribir sobre eso, como un cuento al igual en ‘‘La bella y la bestia’’, y situarlo en un contexto realista. Después de dar muchas vueltas encontré la inspiración. Creo que es la novela que mejor resume todo mi mundo», desvela. La imaginación, la fascinación, la madre, los niños, el amor y el desamor, van surgiendo en esta hipnótica historia que atrapa al lector, ante una protagonista que se siente fascinada ante un extraño ser marino, y que confluye en un encuentro entre dos soledades.

«Toda la literatura habla de la realidad que podemos constatar pero también de esa parte irreal, rechazada que no queremos ver pero que está ahí. Habla de nuestra sombra», reflexiona.

Una reivindicación también en «La Ofrenda», de ese mundo fantástico, tan unido a la trayectoria de Martín Garzo. «La imaginación es la facultad que permite adentrarnos en ese mundo. Es la esposa de Barba Azul abriendo el cuarto prohibido, querer ver lo que hay allí. Y creo que esa es la misión de la literatura».

Y es en ese mundo de la imaginación figuran aquellos monstruos de películas de los años 50 que tanto le fascinaron y lo siguen haciendo al ganador del Premio Nadal, criaturas anómalas como los vampiros, la mujer pantera, King Kong. «Seres que están a caballo entre lo humano y lo inhumano y que son una metáfora del corazón del niño, para situarse en el mundo, por que el de los adultos no es exactamente el suyo. Ese desamparo, esa soledad son esos monstruos, y es por ello que aunque le den miedo se siente atraído por ellos».

También, en esta obra, Martín Garzo ha buscado contar lo qué ocurre cuando se encuentran esas «dos soledades», «el trasfondo que hay detrás». Y es cuando aparece algo fundamental en la obra del autor: «Explorar todo lo oculto, lo que pertenece al mundo de los secretos», explica.

«Aquello que fascina tiene un segundo momento, que te obliga a cuidarlo, a guardarlo, pero te vincula de una manera misteriosa con ello. Todo lo demás palidece», por ello lamenta que en estos tiempos que se vive donde la intimidad está tan cuestionada por las redes sociales. «Me parece terrible esta exposición de la vida. Hay que guardar cosas», afirma.

Y una novela que justo la acabó cuando Guillermo del Toro estrenaba en Venecia «La forma del agua», donde también se homenajea la película de Jack Arnold. «Los misterios de la vida», arguye.