Política

Castilla y León

Más de 200 poetas de 25 países buscan alzarse con el Premio de Poesía Bíblica Iberoamericana

El fallo se conocerá el próximo 2 de junio

Pérez Alencart y Martín Cobano, director y secretario general de Tiberíades
Pérez Alencart y Martín Cobano, director y secretario general de Tiberíadeslarazon

Un total de 214 trabajos, procedentes de 25 países, optan al I Premio Rey David de Poesía Bíblica Iberoamericana, de carácter bienal y dotado de 1.500 euros, que está organizado por la Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos, que dirige el poeta hispano-peruano y colaborador de LA RAZÓN Alfredo Pérez Alencart.

La convocatoria ha conseguido un rotundo éxito, ya que han sido numerosos y de gran calidad los trabajos presentados para alzarse con un galardón que cuenta con el apoyo de la Sociedad Bíblica de España y de la Fundación RZ para el diálogo entre Fe y Cultura.

Las 214 obras que optan al concurso, cuyo fallo se conocerá el 2 de julio, proceden de España, Argentina, Cuba, Colombia, Venezuela, Ecuador, México, Chile, Brasil, Perú, Panamá, Uruguay, El Salvador, Portugal, Honduras, Costa Rica, Paraguay, Nicaragua, Bolivia, Estados Unidos, Italia, Israel, Francia, Bulgaria y Líbano, informaron fuentes la organización del premio.

Los trabajos ya se encuentran en manos del Comité de Lectura, que elegirá los 12 libros finalistas que llegarán a un jurado presidido por Pérez Alencart y conformado por poetas y académicos iberoamericanos de la talla de Antonio Colinas, Antonio Salvado, Carlos Nejar, Sonia Luz Carrillo, Hugo Mújica, Juan Antonio Massone, Francisca Noguerol, Luis Rivera-Pagán, Ana Cecilia Blum, Pablo Martínez Vila, Luis Fajardo, Juan Carlos Martín Cobano e Isabel Pavón.

Para Pérez Alencart, el «éxito de participantes» de este certamen poético de temática bíblica «confirma que se ha reabierto una vertiente bastante segregada en las últimas décadas, donde la poesía a lo divino o de anclaje sagrado se excluía deliberadamente en la inmensa mayoría de premios literarios». «Esos postureos o embelecos se han acabado, porque lo que debe primar es la calidad del lenguaje poético», destacó.