Literatura
«Más que en la cosecha hay que pensar en la siembra, también en poesía»
Tras publicar una antología en croata y un poema traducido a 53 idiomas, Alfredo Pérez Alencart ultima una selección de poesía amorosa, con textos escritos desde hace 20 años
Es una de las voces más originales de las letras de la América Hispana. Talento y mucho trabajo es la principal receta para que el poeta hispano peruano Alfredo Pérez Alencart siga sorprendiendo, año tras año, con antologías poéticas, que no sólo son reconocidas en España sino que traspasan fronteras.
Es una de las voces más originales de las letras de la América Hispana. Talento y mucho trabajo es la principal receta para que el poeta hispano peruano Alfredo Pérez Alencart siga sorprendiendo, año tras año, con antologías poéticas, que no sólo son reconocidas en España sino que traspasan fronteras. Inmerso en «mil y una batallas», ya que a su trabajo diario como docente en la Universidad de Salamanca, se une el tiempo que dedica a la poesía y a la coordinación de distintos encuentros, entre ellos el de Poetas Iberoamericanos, Pérez Alencart atiende a LA RAZÓN unos momentos para hablar de sus proyectos presentes y los más inmediatos.
Y entre estos últimos, el autor se encuentra ultimando una amplia antología de poesía amorosa, con textos escritoes entre 1996 y 2016, con una edición de la profesora rumana Carmen Bulzan. «Es, que duda cabe, la sencilla ofrenda que un pobre poeta puede obsequiar a su esposa, por los 25 años de querenciosa compañía en lo bueno y en lo regular».
«Nunca he forzado la poesía. He preferido sembrar y sembrar, regando a diario lo que iba germinando, sin pensar en que la cosecha podría llegar a ser buena o excepcional. Muchos se embelesan por los frutos relucientes o jugosos que aprecian en los escaparates, pero no se ponen a pensar en los días y atenciones que necesitó esa planta para ser ubérrima», declara Pérez Alencart
Son 32 años los que lleva asentado en Salamanca , desde donde intenta levantar, día tras día, lo que considera ese «necesario puente cultural» entre esa América hispana y lusófona. «La selva peruana me dio el aire más puro del mundo y la capacidad para el asombro y la resistencia, mientra la ciudad salmantina me dio el sosiego para ir pergeñando unos ejercicios poéticos que ahora van siendo valorados».
En todos estos años de andadura por tierras castellano y leonesas no olvida el día en que recibió la llamada del también poeta Andrés Quintanilla Buey, para proponerle ingresar en la Academia Castellano y Leonesa de la Poesía. «Yo le comenté si no recordaba que era peruano de nacimiento, a lo que respondió de inmediadto que mi libro ‘‘La voluntad enhechizada’’, eran no sólo mi certificado de nacimiento salmantino, sino un testamento de amor a Salamanca, su historia y sus gentes», señala.
No fue casi hasta los 40 años cuando publica su primer libro. Recuerda que fue en el año 2000 «Tras dos décadas de estar escribiendo y guardando manuscritos», aclara. Y durante los años siguientes «he dejado conocer algo de aquello, aunque aún conservo varios inéditos».
También, durante este periodo, ha escrito nuevos originales. Uno de ellos «Ante el mar, callé» lo escribí hace seis años en Figueirza da Foz. «Una editorial portuguesa, por intermedio de un poeta amigo, me pidió algún libro original. Se lo mandé y saldrá esta primavera, en edición bilingüe», anuncia el también colaborador de este periódico.
Pero su obra más reciente publicada tiene sabor croata. «Tu Je nebo/Aquí es el cielo». «Todo ello es mérito de la reconocida hispanista Zeljka Lovrencic. «Ella seleccionó los poemas que quiso, hasta sumar 160 extraídos de mis libros publicados hasta 2014, más algunos inéditos o aparecidos en revistas. Ella dice que mi poesía lo merece y, de verdad, agradezco su invaluable empeño. La antología cuenta con un estudio sobre mis textos del poeta croata Tomislav Marijan Bilosnic».
Además acaba de salir al mercado editorial el poema «Tras la niebla», traducido a 53 idiomas en el mundo. «Este libro es una auténtica joya, sino por las 55 pinturas hechas por mi amigo-hermano Miguel Elías». Unos versos que no necesitan visados para traspasar muros y fronteras, como escribía San Juan. «Mira, precisamente acabo de recibir un correo de la traductora al malgache, la profesora Janie Raharivola, diciéndome que ahora me conocen áun más en Madagascar», señala orgulloso. Y es que este libro, de 128 páginas se puede descargar de manera gratitua desde cualquier parte del planeta.
Y en su labor de coordinador, ha convertido a los Encuentros de Poetas Iberoamericanos, en un referente cultural a ambos lados del Atlántico, «con el apoyo de mucha gente y del Ayuntamiento de Salamanca», reconoce.
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