Castilla y León
Más respaldo al autoempleo en los pueblos de Valladolid
Las ayudas directas para empleo y autoempleo recogidas en el Plan Impulso de la Diputación de Valladolid, entre las que se encuentran formación y asesoramiento; líneas de financiación; apoyo a la internacionalización; e impulso de la innovación, han posibilitado desde su puesta en marcha en 2013 la puesta en marcha de casi un millar de iniciativas empresariales en el mundo rural. En poco más de dos años y medio se presentaron 1.152 solicitudes para financiar proyectos de emprendedores, de los que solo 83 no cumplieron los requisitos.
En lo que va de 2015, de momento hay 135 ayudas concedidas valoradas en 272.000 euros pero sólo se ha llevado a cabo una primera resolución y el plazo para presentar solicitudes finalizó el pasado 5 de noviembre. Aún está prevista una segunda resolución para conceder apoyos tras desestimarse solo dos solicitudes y quedar pendientes de revisar para ver si cumplen los requisitos 144 peticiones más. El presupuesto estimado en ayudas para este año es de 500.000 euros.
Dado el éxito de este programa y la gran acogida que está teniendo en la sociedad, y que ha sido premiada en Madrid a la Mejor Iniciativa Institucional por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y más recientemente por parte de la Asociación de Profesionales del Desarrollo Local de Castilla y León, el próximo año se va seguir trabajando de forma intensa y dotando de más recursos a las distintas líneas del Plan Impulso. En concreto, las partidas económicas superarán los dos millones de euros, según avanza a Ical el diputado del Área de Empleo y de Desarrollo Económico, Víctor Alonso Monge. Y es que al apoyo a las iniciativas empresariales que se presta cubre todas las patas posibles y ha posibilitado que el número de desempleados haya descendido de forma sustancial en la provincia. Los aspirantes a conseguir ayudas deben justificar que han abonado las cuotas a la Seguridad Social y realizado inversiones en acondicionamiento de locales y equipamientos y, en función de ello, luego llega el dinero una vez abierto el negocio. En este sentido, Alonso Monge confirmó que en 2016 cambiará la fórmula y los emprendedores podrán recibir antes la subvención concedida «para así tener un apoyo en el gasto inicial, que es el más complicado de afrontar». Una vez cumplidos los requisitos iniciales, desde la Diputación no se realiza un seguimiento del número de empresas que aún persisten en activo tras haber recibido apoyo para complementar la financiación de un negocio ni tampoco el numero de empleos que se han creado. No obstante, sí se ha constatado, tras la consulta realizada por Ical, que en algunos casos los emprendedores han creado más de un puesto de trabajo. Uno de los ejemplos acogidos al amparo del Plan Impulso es el de ‘La Kanguroteca’, abierta en la localidad de La Cistérniga. Se trata de una academia de apoyo y refuerzo escolar que aporta un servicio de conciliación de la vida laboral, familiar y lectiva e incluye distintos talleres de ocio y tiempo libre, junto a otras actividades lúdicas. «La idea surgió cuando dos de los socios llevábamos muchos meses en el paro y el panorama no era nada bueno. La única manera de encontrar un trabajo era ir a por él y, junto a otros dos hermanos más, hicimos un estudio de mercado, nos armamos de valor e invertimos los ahorros en el proyecto», señala Elena, una de las promotoras. Tras año y medio de funcionamiento los emprendedores han creado sus propios cuatro puestos de trabajo a tiempo parcial. La inversión inicial rondó los 40.000 euros y la ayuda del Plan Impulso de la Diputación fue de 2.000 euros por cada autónomo.
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