Castilla y León

Potenciar el mercado local de alimentos crearía 25.000 empleos en Castilla y León

Así lo asegura un informe sobre consumo en hospitales, colegios y residencias

Un comedor escolar en el que se está apostando por la compra de alimentos en el mercado local
Un comedor escolar en el que se está apostando por la compra de alimentos en el mercado locallarazon

Valladolid- Eficacia, rentabilidad y desarrollo. Esto es lo que se busca desde las administraciones en momentos de dificultad económica como el actual. Y es por lo que apuesta una campaña «Cortocircuito» de la organización de Veterinarios sin Fronteras Justicia Alimentaria Global, que solicita a las administraciones que impulsen la compra de alimentos «de proximidad» o mercado local para abastecer a sus colegios, hospitales y centros sanitarios.

El autor del informe, Ferrán García, señaló, en declaraciones a LA RAZÓN, que según sus estimaciones, «que son datos fiables», esta práctica generaría, en los próximos dos años, más de 25.000 nuevos puestos de trabajo en Castilla y León. Y es que, las administraciones de nuestra Comunidad gastan al año entre 50 y 75 millones en la compra pública de alimento, que sería muy beneficiosa para los productores de la zona, sobre, «todo una como Castilla y León que se caracteriza por contar con una gran variedad de alimentos y de gran calidad».

Ferrán García asegura que son todo ventajas, ya que, en esta época complicada, «no se perdería empleo rural, provocaría la llegada de nuevos agricultores y ganaderos, de los que más de la mitad serían jóvenes, y evitaría la despoblación».

Además añadió que se trata de apostar por una alimentación sana, que esté dentro del circuito de proximidad, con lo que se generan puestos de trabajo, desarrollo local y rural y la mejora del Medio Ambiente.

El autor del informe afirmó que las administraciones de Castilla y León pueden favorecer la compra de este tipo de productos en los mercados locales a través de las licitaciones, introduciendo criterios como los de frescura de alimentos, tiempo entre que se cosecha y consumo o emisiones de CO2. Al respecto, declaró que de esta forma favorecería y potenciaría la producción agraria local, se generarían empleos y precios estables, incidiendo además en el desarrollo local y rural.

Sobre la poca aceptación por parte de las administraciones de este tipo de iniciativas, Ferrán García afirmó que «hay dos líneas que pueden entorpecerlo. La primera es la poca voluntad política por participar, ya que la compra pública de alimentos está copado por cinco multinacionales de cátering, que facilitan las cosas, con lo que juegan con ventaja». La segunda es que «las administraciones intentan externalizar todo para tener el menor lío posible, y más en época de crisis, ya que la compra en mercados locales genera reticencias».

Sobre las medidas que están impulsando para dar a conocer la campaña, uno de sus impulsores indicó que lo primero es presentar el estudio, «de la mano de la organización agraria COAG, de la Federación de Padres y Madres de Alumnos, que nos están facilitando conversaciones con las administraciones más cercanas, a las que les mostramos que son iniciativas que ya se están llevando con éxito en países como Italia o Francia». «Una vez superado ese paso», añadió Ferrán García, «tenemos que busca el lugar idóneo para ponerlo en marcha, teniendo en cuenta si se cuenta con cierto volumen y diversidad de alimento».

Desbloquear barreras

En cuanto al contacto que han tenido con algunas administraciones, el autor del documento afirmó que cuando presentan las propuestas «la respuesta general no es negativa e ir de la mano de protagonistas como los agricultores y ganaderos o los padres de alumnos nos ayuda a que nos escuchen y desbloquear las primeras barreras que se pueden presentar ante algo nuevo».

Ferrán García añadió que los responsables de las administraciones «siempre se muestran dispuestos a hablar y abordar el tema», aunque reiteró que «todavía queda mucho camino por andar, pero que el resultado final sería beneficioso para todas las partes».