Refuerzan la Asistencia Personal para facilitar la vida de personas dependientes

Los asistentes personales son una figura «desconocida e infrautilizada». Así lo aseguró la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, Alicia García, que se ha aliado con el presidente de la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos de Castillas y León (Predifcyl), Francisco Sardón; y el de la Federación Salud Mental de la Comunidad, Jesús Corrales, para impulsar este servicio.

El convenio incluye programar formaciones conjuntas sobre la materia para preparar profesionalmente a personas con discapacidad o dependientes, así como que ambas entidades se comprometen a compartir sus bolsas de empleo de asistentes personales. En la actualidad, Predif cuenta con 120 personas ya formadas mientras que Salud Mental formó a 152 asistentes.

La apuesta de Castilla y León por este servicio ha hecho que sea la segunda Comunidad Autónoma española, solo por detrás de País Vasco, con mayor número de prestaciones. En la actualidad, disfrutan de este servicio cerca de 600 personas.

Alicia García quiso subrayar las múltiples ventajas de vida independiente para las personas con distintas necesidades que aporta esta prestación. Algo que corroboró Sardón, quien aseguró que es una prestación vital al ser la «más inclusiva» y posibilitar al beneficiario ser lo más autónomo posible, además de permitir que tenga un proyecto de vida al contar con una participación social igual que el resto.

No en vano, facilita que una persona con discapacidad o dependiente acuda a su puesto de trabajo o centro de estudios pero también ir a actividades culturales y de ocio.

«Hablamos de una herramienta totalmente subjetiva que se adapta a la persona porque es el beneficiario el que elige a su asistente personal y quien toma sus propias decisiones, a diferencia de lo que ocurría antes, cuando estaba muy tutelado», precisó el presidente de Predif en la Región.

Jesús Corrales, por su parte, aseguró que la Asistencia Personal es un «importante nicho de empleo» para las propias personas con discapacidad, con el que demuestran que son perfectamente válidas para el trabajo.