Salamanca

Rivero reclama a Rajoy que reconozca el papel de la USAL

El nuevo rector de la Universidad de Salamanca toma posesión de su cargo y apuesta por desplegar todas las capacidades de la institución

Ricardo Rivero, flanqueado por Hernández Ruipérez y Fernando Rey
Ricardo Rivero, flanqueado por Hernández Ruipérez y Fernando Reylarazon

Una defensa a ultranza de la Universidad de Salamanca (USAL). Es lo que reivindicó el nuevo rector de esta institución, Ricardo Rivero, al tomar posesión de su cargo ante un abarrotado paraninfo, haciendo un guiño al Gobierno de España de Mariano Rajoy para que «reconozca el papel del Estudio salmantino» como la «primera institución española y académica palanca de las transformación en positivo del sistema español».

Rivero quiso reconocer el papel desplegado por su antecesor, Daniel Hernández Ruipérez, y su equipo, ya que han trabajado por «dejar una universidad dispuesta a desplegar todas sus capacidades de docencia, investigación y relaciones institucionales».

«La convergencia en las fuerzas y la integración en las personas», será, en palabras de Rivero, la «directriz constante» de sus actuaciones, tendiendo así la mano, de esta manera, a los otros tres candidatos que le disputaron el cargo.

Entre su objetivos, citó su propósito de aumentar el número de estudiantes y de lograr mejores condiciones laborales y de formación para el personal de administración y servicios, así como un mayor apoyo a la investigación y transformación digital.

Tras reivindicar el sistema universitario de Castilla y León como una de «las principales potencias de esta tierra», Rivero se refirió al VIII Centenario de la USAL como «la gran oportunidad para todos de construir presente y futuro», y convertirse como «el centro de grandes foros» que analizarán el futuro de la educación en Europa e Iberoamérica.

Mientras, el rector saliente, Daniel Hernández Ruipérez, agradeció el trabajo de su equipo del que subrayó que deja «un listón difícil de superar» y defendió «la transparencia en la gestión de toda administración pública». Hernández no se quiso despedir sin hacer un alegato a un nuevo modelo universitario español tras los «síntomas de agotamiento» del actual, para evitar que la universidades «sólo responde ante sí misma, que se la maniate y deje sin medios».

Por su parte, el consejero de Educación, Fernando Rey cerró el acto reclamando también esa reforma a nivel estatal para pasar de ser «un lugar de sol y playa a un lugar donde se crea y se innova. «Hay que decidir si España quiere ser la Florida o la California de Europa», aclaró. Rey dio las gracias a Hernández Ruipérez por ser un «rector excepcional» y deseó un «brillante mandato» a Rivero.