Sáez Aguado mantiene su compromiso de rebajar a 73 los días de espera quirúrgica

Valladolid– Los últimos datos que maneja la Consejería de Sanidad sobre el número de personas que se encuentran en lista de espera para ser operados se ha reducido en 3.217, un ocho por ciento, respecto a los cerca de cuarenta mil pacientes que estaban esperando a ser intervenidos cuando finalizó el mes de marzo.

Una buena noticia, pese a que la demora media se ha incrementado, y en estos momentos se sitúa en los 110 días de media los que tiene que esperar un paciente para ser intervenido, treinta y siete más de lo prometido por el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, para finales de este año. Compromiso que, por otro lado, sigue manteniendo y está convencido de que lo va a cumplir, según aseguraba ayer en las Cortes de Castilla y León, durante su comparecencia para explicar este asunto y el plan de choque dotado con doce millones puesto en marcha en abril. Un discurso, con el que quiso tranquilizar a la población, al recordar que la espera media en Castilla y León está por debajo de la nacional, «aunque que no es un motivo ni de satisfacción ni de tranquilidad», dijo, pero que también aprovechó para calmar a la oposición, que ha encontrado un filón en la Sanidad y en los recortes que se han tenido que acometer para hacer frente al déficit, para desgastar al Gobierno que preside Juan Vicente Herrera. El consejero les puso encima de la mesa algunos datos de interés que revelan que el plan de choque está dando sus frutos, como por ejemplo el aumento del uso de los quirófanos del 9,6% de media diaria, así como el incremento de la cirugía mayor ambulatoria, con 4.000 operaciones más entre enero y agosto de 2013 que en el mismo periodo del pasado año, o que en diez o quince días estará lista la orden que regula las comisiones quirúrgicas de cada centro hospitalario. Igualmente, el consejero destacó que están analizando los protocolos de inclusión en las listas de espera en cada hospital, y avanzó contactos con sociedades científicas para establecer consensos en las indicaciones quirúrgicas, ya que hay centros, por ejemplo, en los que el dato de operaciones de cataratas es de seis casos por mil habitantes y en otros de 14,3. Por todo ello, Sáez Aguado mantuvo su compromiso de llegar a los 73 días de demora media, convencido además de que tampoco va a aumentar esta lista ni el tiempo de espera por la estacionalidad del verano. Sin embargo, el consejero de Sanidad tiene clara una cosa: que priorizará la gravedad de las patologías sobre la demora en las listas de espera. O lo que es lo mismo, un paciente con cáncer o uno que tenga que ser operado del corazón, tendrán prioridad sobre la reducción del dato de la demora media en las listas de espera.

Al respecto, Sáez Aguado espera que en diciembre ya estén incorporados esos criterios de urgencia en los datos de demora media, para que se pueda saber cuál es la espera en casos de operaciones oncológicas y cardíacas, en los que la demora media no debe superar los treinta días, lo que a su juicio se cumple en la mayoría de los casos.

Sin embargo, a la oposición no les pareció suficiente, y tanto la socialista Mercedes Martín, como el portavoz de IU, José María González, recelaron de estos datos y del plan de choque, y reclamaron la reducción de la espera media tanto de pacientes como de tiempo, y, sobre todo, que se haga con una mayor inversión en la sanidad pública.

La procuradora del PSOE fue incluso más allá al afirmar que muchos pacientes pendientes de una operación «no tienen ni idea de la fecha en la que van a ser intervenidos aún después de haber realizado el preoperatorio».