Silvia Clemente considera que la despoblación es el reto de la UE

La despoblación y envejecimiento, así como la necesidad de recuperar la confianza de los ciudadanos mediante la participación activa de las regiones en las políticas europeas son, según ha indicado en Segovia, la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, los retos de la Unión Europea (UE).

En este sentido ha asegurado minutos antes de participar en las conferencias «Valores y Sociedad. La Europa que queremos» que las regiones tienen un papel «muy importante» en el futuro de Europa porque, a su juicio, tienen el reto de «devolver la confianza a los ciudadanos para que perciban los beneficios de las políticas comunitarias».

Asimismo, ha reconocido la dificultad que supone para los ciudadanos distinguir las políticas europeas de las nacionales, regionales e incluso locales, pero ha recordado que España «sigue siendo perceptora de fondos europeos y recibe más de lo que aporta».

Mayor financiación

De hecho, ha asegurado que hay sectores como la agricultura que recibe más financiación de la UE que del Gobierno central o autonómico, ya que por ejemplo en Castilla y León este sector cuenta con más de 1.500 millones de presupuesto al año de los que 1.000 proceden de fondos europeos.

Otro de los asuntos que ha señalado como «prioritario» es el problema de la despoblación y el envejecimiento en Europa, ya que en 2060 está previsto que solo aporte el cuatro por ciento de la población mundial por lo que, en su opinión, es «fundamental» asumir el reto demográfico.

Clemente dirige un grupo de trabajo, al que se han incorporado 14 regiones de 5 países, para estudiar, diagnosticar y elaborar medidas para paliar la despoblación en Europa con el fin de que «haya fondos europeos y políticas específicas que permitan abordar esta situación», ha aclarado.

El próximo encuentro está previsto para junio, cuando se darán cita varios expertos en la materia con el fin de elaborar un análisis desde el punto de vista demográfico y económico y una batería de medidas ligadas al desarrollo de sectores económicos como el forestal, el agroalimentario y el turístico que, según Clemente, son «el denominador común» de las zonas rurales de Europa.