Silvia Clemente toma medidas para que el beneficio llegue a la cadena alimentaria

Garantizar un precios justos y beneficios para toda la cadena alimentaria. Éste es el objetivo que se persigue desde Castilla y León, y para el cual la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ha elaborado un proyecto de Ley Agraria, que está en proceso de tramitación en las Cortes regionales, y que podrá ver la luz en enero del próximo año.

Así lo destacó antes de clausurar, en Valladolid, el ciclo de conferencias «De la Mesa al Campo», que ha organizado El Norte de Castilla. Al respecto, recordó que la norma se complementará con la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria estatal, y que ambas se podrán ver sus frutos el próximo año. Para ello solicitó «un mayor compromiso de todos los agentes de la cadena para garantizar una estabilidad de precios que interesa a todos».

Además, Silvia Clemente indicó que «se trata de mantener equilibrio y respeto en todos los eslabones» con el fin de asegurar «beneficios equilibrados para toda la cadena, que haya una garantía de precios dignos, tanto para los productores como para la industria y las cadenas de distribución, y que los consumidores no paguen más de lo que el alimento requiere por su calidad».

Asimismo, recordó que la futura Ley Agraria de Castilla y León dedicará un apartado muy importante a la protección de la cadena alimentaria mediante la creación de sistema de arbitraje que facilite la firma contratos previos entre agricultores y la industria.

En este sentido, la responsable regional de la cartera de Agricultura y Ganadería declaró que «hemos complementado la obligatoriedad de los contratos previos que recoge la normativa estatal con un modelo de solución a las controversias de los contratos mediante la creación de una junta de arbitraje. Además se creará la figura del defensor de la cadena alimentaria y se habilitará la posibilidad de crear organizaciones interprofesionales».

Silvia Clemente explicó que el debate sobre la cadena alimentaria es una de las grandes preocupaciones de los agricultores y del sector agroalimentario, «dado que es necesario mantener un equilibrio».

En este sentido, la consejera criticó que aunque la Unión Europea, -mediante la creación en 2011 de un grupo de alto nivel o a través de la reforma de la PAC y el reglamento de la OCM única-, afrontó la mejora de la cadena agroalimentaria, lo hizo de una forma tímida. En este sentido, recordó que las ayudas de la PAC sólo representan el 30 por ciento de la rentas de los agricultores y que el resto se genera en los mercados.