Silvia Clemente y Fernández Carriedo impulsan el empleo joven con más acciones concretas

La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, y el consejero de Empleo de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, siguen trabajando para impulsar el empleo de las personas más jóvenes.

Así, ratificaron su compromiso especialmente con aquellos que por poseer una discapacidad o pertenecer a la etnia gitana tienen mayores dificultades para acceder al mercado de trabajo. Para ello, Fernández Carriedo apostó por los itinerarios personalizados con orientación, formación y técnicas de empleabilidad, como las puestas en marcha por la Fundación ONCE-Inserta y Secretariado Gitano.

El consejero, que asistió en Valladolid junto a Clemente, a la apertura de la jornada «Jóvenes y + ... de Castilla y León», recordó que la tasa de paro de los jóvenes sin cualificación es muy superior a los del resto de chicos con estudios, puesto que advirtió de que puede alcanzar hasta el 72 por ciento, frente al nueve de aquellos con más formación.

En ese sentido, el titular de Empleo destacó que pese a la reducción del desempleo, el paro continúa siendo más elevado entre los jóvenes, con una tasa del 32 por ciento, frente al casi 37 de la media nacional. Subrayó que aumentó un 14 por ciento la ocupación entre los jóvenes y destacó que ha descendido en 20 puntos la tasa de paro, gracias a la incorporación de 5.000 personas.

Retener talento

Por su parte, la presidenta de las Cortes, que valoró la iniciativa de las dos entidades y la celebración en las Cortes de la jornada, remarcó que uno de los principales retos de la Comunidad es retener el talento, incluso, más que el de crear empleo, sobre todo, entre los colectivos con más dificultades. Así destacó que Castilla y León cuente con una Ley de Igualdad de Oportunidades para equiparar los derechos de las personas con discapacidad.

También adelantó que se volverán a convocar en este mes las cinco becas para cursar máster por parte de mujeres de etnia gitana, que se enfrentan a la dificultad que supone la pertenencia a este grupo, las económicas y las relativas a su sexo. Se trata, recordó, de una iniciativa que se inició en 2016 con la firma de un acuerdo entre la Fundación Villalar-Castilla y León, la Consejería de Educación y la Fundación Secretariado Gitano.