Sus Majestades traen ilusión y reparten miles de kilos de caramelos a los niños

Los Reyes Magos llegaron ayer a Castilla y León cargados con sacos y bolsas de regalos para repartir en el que es el día más especial y esperado del año para los más pequeños de cada casa.

Pero Sus Majestades de Oriente también llegaron a esta tierra para llevar la alegría y especialmente la ilusión a todos y posteriormente repartir hasta más de veinte mil kilos de caramelos durante las numerosas cabalgatas que se celebraban en pueblos y ciudades de la Comunidad y en las visitas que también hicieron a asociaciones que atienden a personas sin recursos y centros de mayores o sanitarios. Y lo hicieron, en unos casos de tren, en otros en coche e incluso en avionetas, como el caso de Ávila, donde los Reyes Magos aterrizaron en el Aeródromo del Valle Amblés, situado a unos 10 kilómetros de la capital, en presencia de miles de niños que acudieron a recibirlos antes de la cabalgata nocturna.

Por suerte, la lluvia que se esperaba para todo el día de ayer no cayó como se esperaba y los desfiles pudieron desarrollarse con normalidad. Gaspar, Melchor y Baltasar llegaron sus lujosas carrozas acompañados por bandas de música, personajes de los cuentos clásicos y el cine de animación, espectáculos de teatro y pasacalles. Entre las curiosidades, destacó la cabalgata de León por la que desfilaron más de once carroza y trescientos figurantes, y que contó con un espectáculo aéreo y piromusical a cargo de varias compañías teatrales de España y varios países de Europa.

Sin camellos en Valladolid

En Valladolid, por vez primer no hubo camellos durante el desfile ni temáticas concretas como en otros años, aunque los Reyes Magos saludaron desde sus carrozas a los niños en compañía de los muñecos de Peppa Pig, Jelly Jamm, Buble Guppies o La Patrulla Canina, muy conocidos por los más pequeños, así como numerosos actores y artistas de circo locales que representaron dos nuevas producciones creadas especialmente para la ocasión por las compañías Azar Teatro y Kull D’Sac. En Segovia, la compañía francesa Porté par le Vent hizo las delicias de los más pequeños con sus «luminéoles», ligeros pájaros iluminados con graciosas alas que danzan con el viento y que otorgaron un toque poético y luminoso a la noche.

Y en Zamora, la cabalgata estuvo aderezada por diversas actuaciones de música, teatro y baile a cargo de la Joven Orquesta Sinfónica de Zamora, la Asociación Tradición y Música Popular, Juan del Enzina Teatro, la Banda de Música Nacor Blanco, La Tijera Teatro, la Banda de Música Ciudad de Zamora, la soprano Conchi Moyano y la pianista Natalia Zapatero. Mientras que en Burgos se repartieron cuatro mil kilos de caramelos durante el desfile que hicieron las delicias de pequeños y no tan pequeños. También danzas ataviados con sus tradicionales trajes, así como de grupos y casas regionales de la ciudad, además de las peñas que este año se suman al recorrido. En Soria, se pudieron ver siete carrozas en un desfile que movió un importante apoyo logístico con más de 300 personajes que dieron colorido a la cabalgata,. En Salamanca, por su parte, la comitiva estuvo formada por tres tronos reales y siete carrozas, en un desfile animado por las compañías TodoZancos, Kanbahiota, Crazy clown y la Agrupación Musical La Expiración.

Y en Palencia, la única novedad fue que los 1.500 kilos de caramelos previstos no se lanzaron desde lo alto de las carrozas, en base a la nueva normativa de la Federación Nacional de Municipios y Provincias que lo prohibe por motivos de seguridad.