Teloncillo seduce y divierte a los más pequeños

Silencio, silencio, que empieza la función. Un cóctel de llantos, gritos y risas esperan expectantes. Y salen al escenario Ana y Ángel. En apenas un par de segundos, un silencio rotundo se apodera de la sala. Y es que éste no es un público cualquiera, son niños de entre cero y cinco años a los que hay que tener entretenidos a lo largo de una intensa media hora mágica. Treinta minutos repletos de música, poesía y numerosos efectos que originan que los pequeños no despeguen los ojos de lo que sucede ante ellos. Con boca abierta de asombro o sorpresa incluida. El espectáculo llega a su fin y los niños descubren junto a Ana y Ángel a los pequeños protagonistas de las historias que acaban de contemplar: una vaca, un muñeco, un robot... Y regresan a casa ilusionados por vivir sus primeros pasos en el mundo del teatro y con muchas ganas de más aventuras.

Y es que la compañía vallisoletana 'Teloncillo' llevan trabajando desde hace años en crear espectáculos intimistas, llenos de luz y color y dirigidos a un público especial, los más pequeños, un sector que poco a poco va teniendo más propuestas, aunque hasta hace nada eran escasas o nulas.

«Son el público más exigente y por eso nuestros espectáculos deben ser muy sinceros y adentrarse en su realidad», indica Ángel Sánchez, protagonista del espectáculo y uno de los tres trabajadores actuales de la compañía teatral, a la que también la crisis ha castigado.

Pese a la calidad de sus espectáculos, «Otto», «Besos» y la recién estrenada «Azul», y a su gran éxito dentro del ciclo «El Calderón en pañales» y al público fiel que hay en Valladolid, Ángel reconoce que la situación actual es bastante complicada y que, mientras otros años en el mes de febrero ya tenían solucionado todo el año, éste sólo tienen cerrado hasta junio.

Precisamente, su última creación «Azul», que se puede ver este fin de semana en Valladolid, se encuentra seleccionada por la Feria Europea de las Artes Escénicas para Niños y Niñas (Fetén) que se celebra en Gijón para exhibirse en este festival. Su presentación será hoy, en tres tandas (9,15. 17,00. 18,15). «Se trata de una buena oportunidad para las compañías y para nosotros ya que allí estarán unos 400 ó 500 programadores, y si la función sale moderadamente bien te asegura buena parte del año», señala Ángel. Eso sí, luego hay que esperar a que suene el teléfono durante las siguientes semanas. «Nos nos ha ido mal», confiesa Ángel que espera que este año se les dé más que bien.

Y la situación económica también afecta a las pequeñas compañías. «Ahora cada vez hay menos demanda y tenemos dos vías, el caché, que se ha rebajado o la taquilla». Pero el problema de ir a taquilla son los viajes y los gastos y a veces no compensa, y Ángel pone el ejemplo de una oferta reciente de un sólo pase en Jaén para 100 espectadores a 3,5 euros la entrada.

Por eso una de las iniciativas que aplaude, en el caso de que se lleve a cabo, es la de que todas las compañías de la ciudad trabajen en un mismo espacio, el Colegio Constanza Martín de Valladolid, lo que les permitirá un ahorro importante al eliminar el alquiler mensual en local y naves para ensayos y guardar el equipo de trabajo.