Camino de Santiago
Tornadizos estrena la primera escultura que trazará el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Ávila
La simbología jacobea se combina con elementos identificativos que resultan característicos del pueblo
Los tres emblemas por excelencia de la Ruta Jacobea -la vieira, el bastón y la calabaza- conforman la escultura instalada en la plaza de Tornadizos de Ávila, símbolo de que es uno de los 17 municipios abulenses por los que discurre el Camino de Santiago del Sureste.
Los tres emblemas por excelencia de la Ruta Jacobea -la vieira, el bastón y la calabaza- conforman la escultura instalada en la plaza de Tornadizos de Ávila, símbolo de que es uno de los 17 municipios abulenses por los que discurre el Camino de Santiago del Sureste.
Pese a lo fría que amaneció la mañana de ayer, miembros de la Asociación de Amigos del Camino de Ávila se desplazaron hasta la localidad para inaugurar oficialmente esta primera escultura junto al diputado responsable del Área de Turismo, Rafael Pérez Nieto y a las autoridades locales.
A la escultura con motivos jacobeos que ya puede verse en Tornadizos le seguirán las de El Barraco y San Bartolomé de Pinares y, a continuación, será el turno de la de Cebreros», donde ya se encuentra instalada, avanzó la presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Ávila, Raquel Martín. La idea es que «entre este año y el que viene», luzcan las 17 creaciones en los respectivos municipios.
En algunas de ellas, la simbología jacobea se combina con elementos identificativos que resultan característicos del pueblo, apuntó Martín.
Así, por ejemplo, la de San Bartolomé de Pinares es un caballo, en alusión a la fiesta de Las Luminarias que allí se celebra cada 16 de enero por la noche, mientras que la escultura de El Barraco -cuna de grandes ciclistas- será una bicicleta cuyos radios son conchas, detalló la presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, entidad que ha destinado a la realización de estas culturas los fondos procedentes del Premio Caminos de Santiago 2015. «Pensamos que las esculturas eran la mejor manera de hacer que ese dinero que era del Camino volviera al Camino», dijo Raquel Martín.
En lo que va de año, más de 400 personas han pernoctado en el albergue de peregrinos de la ciudad de Ávila.
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