Castilla y León
Trabajo de calidad y pensiones dignas sacan a la calle a miles de castellanos y leoneses
Más de 27.000 personas claman en las principales ciudades de la Comunidad para exigir a los empresarios que negocien subidas salariales y al Gobierno que adopte medidas contra la corrupción
Más de 27.000 personas claman en las principales ciudades de la Comunidad para exigir a los empresarios que negocien subidas salariales y al Gobierno que adopte medidas contra la corrupción.
El Primero de Mayo volvió a concentrar a cientos de personas en las principales calles de Castilla y León, unas 27.000 según los sindicatos, en una jornada en la que se reivindicaron trabajo de calidad, pensiones dignas, subidas salariales y medidas más efectivas contra la corrupción en España. No tan numerosas como en otras ocasiones, las manifestaciones partieron a media mañana en zonas céntricas de la las principales ciudades, con la presencia, en algunas de ellas, de los máximos responsables de las formaciones políticas de la Región.
La capital vallisoletana volvió a acoger la marcha más numerosa -unas 10.000 personas aproximadamente- que contó con la presencia de los secretarios regionales de Comisiones Obreras y de UGT en Castilla y León, Ángel Hernández y Francisco Temprano. El primero de ellos recordó los avances sociales y laborales que se han producido hasta la fecha gracias al esfuerzo de numerosas personas. Unos avances que, en su opinión, se encuentran en peligro, por lo que sentenció que «es el momento de luchar para mantener y actualizar esos logros para el futuro»,
También hizo alusión a los últimos caso de corrupción y reclamó a los distintos partidos que trabajen para reformar los códigos Penal, Civil y Mercantil con el fin de endurecer las penas contra esos casos. Algo que también trasladó al colectivo empresarial al indicar que «hay empresas que se han jactado de ser campeones de la responsabilidad social y ahora están imputadas por comprar a políticos».
Su tocayo en UGT, Francisco Temprano, volvió a reclamar la derogación de las reformas laborales que, a su juicio, están provocando que no se esté creando empleo de calidad. «El salario que percibe un trabajador pobre le impide cubrir sus necesidades más básicas», espetó.
Una marcha en Valladolid que contó también con la asistencia de miembros del Partido Socialista, a su cabeza el actual secretario regional, Luis Tudanca, quien renegó de los «cantos de sirena» de la recuperación económica, al advertir que no están llegando a las familias. En este sentido, también lamentó «la intolerable brecha salarial» que existe entre hombres y mujeres. Tudanca reclamó una Ley de Igualdad Salarial, la derogación de la reforma laboral y reclamó la puesta en marcha de un nuevo Estatuto de los Trabajadores con el fin de devolver la «dignidad» a la clase obrera y la capacidad de negociación a los sindicatos.
El «gran capital»
En la misma tónica se manifestaba, también en las calles vallisoletanas, el coordinador de Izquierda Unida en la Comunidad, José Sarrión, quien señalaba que la recuperación económica tan sólo ha llegado al gran capital y a los poderosos. Sarrión reclamó la derogación de todas las reformas laborales del PP y PSOE así como la supresión de la Ley Mordaza.
En esta misma manifestación se podía ver a la procuradora de Ciudadanos, Belén Rosado, quien apostaba por un modelo «innovador, flexible y moderno, y quien tuvo palabras para el colectivo autónomo.
El secretario general de Podemos, Pablo Fernández, participó en la manifestación de León donde reclamó la defensa de emplo «digno y estable», así como la derogación de las dos reformas laborales que «han conseguido precarizar y menoscabar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y ser lesivas para el empleo digno». La manifestación con más afluencia fue la de Valladolid un año más, donde salieron a las calles, 10.000 personas, según fuentes sindicales, seguida de la León, con 5.000 personas y las 2.500 de Salamanca. También en Burgos unas 2.000 personas participaron en la protesta, como en la ciudad de Soria. Menor fue la asistencia en Palencia, con 1.300 personas; Zamora, con 1.000; Ponferrada, con 600; Segovia y Ávila, con 500; Miranda de Ebro, con 400; Aranda de Duero, con 350; y Béjar y Medina del Campo, 300.
La marcha en Ávila, que discurrió entre la plaza de Santa Ana y el Mercado Chico, estuvo marcada por la presencia de representantes de las tres plataformas contrarias a la apertura de minas en la provincia.
La manifestación de León estuvo marcada por la propuesta lanzada por los sindicatos para que los ciudadanos decidan en referéndum si quieren continuar formando parte de la Comunidad después de la precariedad laboral y la despoblación de los últimos años. El secretario general de CCOO en León, Xosepe Vega, insistió en la necesidad de consultar a los ciudadanos «sobre todo», en especial porque hace 40 años del referéndum sobre la Constitución. «Cuántas personas que están aquí no tenían edad para votar» y abogó por esta consulta para conocer: «Qué fórmulas de Gobierno queremos, qué organización, qué país y qué futuro».
Una propuesta que tanto Temprano como Hernández dejaron fuera de la agenda sindical al considerar que estas manifestaciones se tratan únicamente de «reflexiones personales».
La Iglesia pide «un empleo decente»
El obispo de Zamora, gregorio Martínez Sacristán, ha reclamado un «trabajo decente» frente a las «condiciones infrahumanas que sufren abundantes trabajadores en su ocupación». El prelado zamorano ha hecho esta reflexión en la carta que publica la hoja diocesana de la Iglesia, que en esta ocasión ha dedicado al Día Internacional del Trabajo. Martínez Sacristán ha aludido al Papa Benedicto XVI para recordar que trabajo decente significa «empleo que sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer, un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores al desarrollo de su comunidad».
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