Valladolid redescubre la misión del profesor de Religión en el aula

El Palacio de Congreso Conde Ansúrez de Valladolid acoge hoy el primer Simposio sobre la Religión en la Escuela, en el que participarán 550 docentes de toda la Comunidad. Objetivo: redescubrir la misión del profesor de esta asignatura en las aulas y aprender las nuevas estrategias pedagógicas y recursos didácticos existentes para que puedan utilizarlas en sus clases y comunicar mejor los contenidos a los alumnos.

El cardenal arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, participará también junto al consejero de Educación, Fernando Rey, en este encuentro que llega para quedarse muchos años, y en el que se reivindicará la labor que realizan los profesores de Religión en el desarrollo integral de la persona así como en la construcción de una sociedad más justa y humana.

Un Simposio que llega también en un momento delicado y movido en lo político, y con actualidad informativa, debido al acuerdo que firmaban esta semana PSOE y Ciudadanos en el que se plantea una revisión de los Acuerdos del Estado con la Santa Sede, así como a la posible paralización de la Lomce, la Ley educativa aprobada por el PP la pasada legislatura. Siempre en el centro de la diana de la izquierda, desde donde se repite como un mantra que España es un Estado laico cuando es un país aconfesional, y que la Religión tiene que estar fuera de las aulas, los profesores de Religión aprovecharán este Simposio para reivindicarse y defender con datos en la mano que las familias demandan su asignatura. En concreto, tres de cada diez alumnos de esta comunidad estudia en algún centro educativo católico, y que en Valladolid, por ejemplo, son casi 50.000 los escolares que estudian Religión, de los cuales 23.000 lo hacen en los centros públicos, casi 24.000 en concertados, y, otros 2.125 en privados.

«A nadie se le impone nada»

Durante la presentación de este Simposio, el vicario general de la Diócesis de Valladiolid, Luis Argüello, recordaba que, según la Lomce, la obligación de los centros es la de impartir la asignatura de Religión, pero que su estudio por parte de los alumnos es voluntario. «Se usa la Religión como un tópico o algo recurrente para lograr un no se qué, y a nadie se le impone nada», denunciaba, por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas de Castilla y León, Antonio Guerra, mientras insistía en que hay pluralidad y que la obligación de la Administración es facilitar alternativas. Tanto Argüello como Guerra defendían que la demanda de familias que piden que sus hijos puedan esudiar Religión es alta, y coincidían en señalar respecto a una futura reforma educativa en función de quién gobierne en España, que lo importante es que haya una propuesta educativa que respete las convicciones de cada uno y que perdure en el tiempo y no se cambie constantemente. «Las propuestas educativas no sólo deben servir a los intereses económicos, sino que deben ayudar a sacar lo mejor de cada persona», apuntaba Argüello, a la vez que defendía también el protagonismo de la Religión «para aprender a dialogar con otras culturas», en referencia al crecimiento del mundo musulmán en Occidente.