Zamora se vuelca con los Caballeros Cubicularios y la Armada Española

La Iglesia Arciprestal de San Ildefonso se quedó pequeña para acoger a los zamoranos que quisieron acompañar a los Caballeros Cubicularios, guardianes de los restos de los Santos Patronos de Zamora, San Ildefonso y San Atilano, con motivo de la entrada en esta Real y Muy antigua Cofradía del almirante-general Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado y Díaz. Junto a él pasa a formar parte de la corporación, Pilar Fernández Labrador, impulsora de los más destacados acontecimientos culturales que se han desarrollado en Salamanca durante las dos últimas décadas.

Con anterioridad a una Eucaristía, que se desarrolló por el rito mozárabe, según una tradición arraigada en esta Real y Muy Antigua Cofradía, los nuevos caballeros y damas hicieron su juramento de guardar y proteger los cuerpos de los patronos de Zamora y ser fieles a las convicciones y principios cristianos de esta institución.

Todos ellos procesionaron desde el convento de Las Marinas hasta el templo, donde hubo un recuerdo para los miembros fallecidos y posteriormente se entregó el hábito de la Cofradía, consistente en una capa verde con una cruz blanca estampada a un lado y un birrete, a diez personas. En el acto, al que acudieron también representantes de la sociedad y la política zamorana, como el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez Maíllo, estuvieron presentes también las principales ordenes nobiliarias de España.

Cinco caballeros y cinco damas

El Capítulo sirvió para investir a cinco nuevos caballeros y otras tantas damas, que se suman a los 120 integrantes de la Cofradía. Recibieron su insignia, además del almirante-general y la exconcejala salmantina, el embajador José Manuel Pascual; el catedrático de Cirugía Vascular en Salamanca, Francisco Santiago Lozano; el médico Luis Mariano Romero; y el ex catedrático de Óptica, Juan Delgado Espinosa. Entre las damas, ingresaron María Pura del Carmen Palacios, esposa del notario de la Cofradía; la abogada Elena Güemez Gómez; la registradora Piedad Victorina Garro; y Violeta Cortés Pérez, que accede a los Cubicularios con sólo 18 años, después de que se modificaran los estatutos en el apartado de ingreso, rebajándose la edad de acceso de 21 años a la simple mayoría de edad. Violeta es hija y hermana de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano.

Los orígenes de esta Cofradía se remontan al siglo XIII, tras la aparición en Zamora de los restos de San Ildefonso. Fueron trasladados desde Toledo para evitar su profanación durante la invasión musulmana, y resultaron localizados en 1260, en tierras zamoranas, durante una excavación en la iglesia románica de San Pedro, precursora del templo que ayer acogió la celebración.