Cataluña

Aguirre: «Hay que catalanizar España»

La Razón
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Igual que «la mujer de rojo» enloqueció a medio mundo dentro y fuera de la pantalla en los 80, con un vestido color bermellón, Esperanza Aguirre no dejó ayer indiferente a nadie en el Círculo Ecuestre. La conferencia de la presidenta del PP de Madrid, «Mi visión de Cataluña», levantó muchas expectativas entre la burguesía barcelonesa que dejó pequeño el palacete modernista de este club social. Aguirre jugaba en casa, le acompañaba su «jefe», Luis Conde, fundador de la empresa de cazatalentos para la que trabaja, familiares por parte Gil de Biedma y amigos con los que ha pasado este verano en la Cerdaña. También había compañeros del PP como Alicia Sánchez-Camacho a quienes les dio ideas para encauzar el fervor soberanista: «Hay que catalanizar España» y «reformar el Estado de las Autonomías», con la idea de poner fin a «los 17 estadillos del café para todos» y reconocer la especificidad de Cataluña y el País Vasco.

Aguirre no comparte la estrategia de La Moncloa de mirar hacia otro lado y confiar en que el soufflé independentista baje, si acaba calando el discurso de que una Cataluña independiente saldría del euro y en vez de equipararse a Dinamarca, como presagia Artur Mas, será Albania. Aunque hubo empresarios interesados en saber qué opina Aguirre sobre el futuro de la Cataluña independiente, la lideresa eludió el discurso del miedo. Se limitó a decir que con las encuestas actuales, gobernaría ERC «y no me parece la más adecuada para afrontar la crisis».

«De nada sirve mencionar las desventajas de la secesión», afirmó. «Es como decirle a un enamorado que deje a su novia porque es fea y pobre, lo único que logras es encender su pasión», alegó. Mencionó a Popper para dejar claro que «es imposible convencer con argumentos racionales a los que han llegado a la conclusión por razones sentimentales».

Aguirre no niega que hay una mayoría soberanista en Cataluña que reclama un estado propio. Tampoco le escandaliza que se quiera celebrar una consulta, pero como la ley no lo permite, Cataluña no puede ser independiente, zanjó. La pregunta que se hizo es ¿qué ha pasado en 35 años para que los catalanes hayan pasado de apoyar la Constitución a propugnar la ruptura con España? «La Constitución de 1978 obtuvo más respaldo en Cataluña (90 %), que en Madrid (86 %)», recordó.

En cinco controvertidos puntos, Aguirre resumió lo que ha pasado. Ha pasado que «en los últimos 35 años se ha adoctrinado a los alumnos catalanes en las aulas». Que «dos generaciones han aprendido historia interpretada por el canon nacionalista que habla de «una Cataluña milenaria que ha sobrevivido a la pérfida Castilla» y olvida mencionar que «catalanes como el recién fallecido Martí de Riquer ayudaron a Franco a ganar en el Tercio de Montserrat». También ha pasado que «los medios catalanes han apoyado este adoctrinamiento», que «los partidos de izquierda han abrazado el nacionalismo» y «la derecha catalana no ha ofrecido un proyecto liberal que conecte con la burguesía catalana». Además, como no se han publicado las balanzas fiscales, «craso error», ha calado el «España nos roba».

Para encauzar la crisis, el primer paso es reconocer que España necesita ser catalanizada, dijo en lo que pudo interpretarse como una réplica al ministro José Ignacio Wert. Pero para que esto ocurra animó a los catalanes ha de recuperar su espíritu abierto, empresarial, emprendedor. Ha actuar como el Barça en la selección, liderar la recuperación económica de España.