Al borde del abismo

Estamos a pocos días de la investidura y todavía desconocemos los pactos que afectaran a todos los catalanes. Como era de esperar se ha descartado la idea lanzada esta semana por el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro. El PSC siempre tiene el gobierno de concentración en la recámara. Es su estrategia cuando ven que van a perder el poder. En su praxis no es nada, pues los socialistas saben que un pacto así es imposible. Ahora están a la espera de la llamada sociovergencia. Pueden esperar tranquilos. Al menos, de momento, no se producirá.

Los que están moviendo ficha son los de la Associació de Municipis per la Independència (AMI) con Vila d'Abadal a la cabeza. Este movimiento municipalista –con una amalgama compleja de partidos– sólo tiene como punto de partida la independencia. Si rascamos un poco más no encontramos nada. Eso sí, van a hacer ruido y obtendrán el apoyo de aquellos partidos que ya los votaron en su momento.

Ahora ICV no quiere perder el tren y se apunta a que la fecha de la consulta no sea fijada por CiU y ERC. No sé qué pensarán las bases, pero me da que no deben de estar muy de acuerdo con Herrera. Parece como si ICV quisiera seguir aquel parámetro: quien se mueva no sale en la foto.

Mientras tanto siguen las conversaciones. Lo que resulta extraño es que nadie haya filtrado nada jugoso para convertirse en titular periodístico. Es más, ¿tienen en cuenta al empresariado catalán? Estos le han dicho a Mas que nada de independencia. Si sigue hablando de ella se marchan de Cataluña. La investidura sigue abierta y Mas está situado en el filo de la navaja o al borde del abismo.