Literatura

Salamanca

Aragón reclama obras al Mnac

Una imagen de la sala en la que se conservan las pinturas de Santa María de Sigena
Una imagen de la sala en la que se conservan las pinturas de Santa María de Sigenalarazon

El conflicto entre Cataluña y aragón por el arte sacro se complica cada vez más. Pese a que cuando aterrizó en la conselleria de Cultura, Ferran Mascarell, se mostraba partidario de llegar a una solución dialogada entre las dos partes, ese pacto nunca llegó y el problema cada vez es mayor.

Ayer se vivió un nuevo episodio porque el gobierno aragonés acordó requerir al Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) la entrega de una serie de importantes pinturas murales procedentes de la Sala Capitular del Real Monasterio de Santa María de Sigena (Huesca). El Ejecutivo de Aragón entiende que estos bienes «pertenecen clarísimamente» a la congregación de la Orden de San Juan de Jerusalén.

Desde el Mnac ayer no se quiso hacer ningún tipo de declaraciones, aunque fuentes cercanas al museo aseguraron a LA RAZÓN que no se ha recibido todavía ninguna comunicación del gobierno aragonés reclamando obra alguna de esta institución.

El consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Ejecutivo aragonés, Roberto Bermúdez de Castro, recordó ayer que los bienes en depósito en el museo catalán permanecen allí «sin ningún título jurídico» de propiedad, que corresponde a la Orden de San Juan y así «ha sido reconocido por los propios tribunales», aseveró, al insistir en que «existe legitimidad para pedir que los bienes se devuelvan a sus legítimos propietarios». Bermúdez de Castro anunció que en los próximos días «se mandará una carta para que se devuelvan y, si no es así, iremos a los tribunales y llevaremos a cabo con el Gobierno de la Nación las acciones necesarias para recuperar algo que es normal, que no debe enfrentar a dos comunidades autónomas que comparten mucha frontera y cosas en común». Para el gobierno aragonés su reclamación es parecida a la que Cataluña ha realizado en los últimos años con los papeles de Salamanca.

Por su parte, Ferran Mascarell aseguró que estudiará desde el punto de vista jurídico el planteamiento que pueda hacer Aragón en su reclamación y le «dará una respuesta jurídica y política».

El 6 de agosto de 1936, cuando hacía pocos días que había estallado la Guerra Civil, un incendio destruyó parcialmente el monasterio de Santa María de Sigena, en los Monegros (Huesca). El fuego estuvo a punto de acabar con uno de los conjuntos góticos más importantes del arte medieval de todos los tiempos. Un batallón del ejército republicano dedicado a la conservación arrancó las pinturas para conservarlas. Tras el final de la guerra, el Ayuntamiento de Barcelona pagó la restauración de las obras, siendo ingresadas en el museo de Montjuïc como un depósito de las monjas del monasterio de Santa María de Sigena. Se da la circunstancia que incluso las monjas fueron acogidas en Barcelona por las autoridades catalanas de la época. A partir de 1960, las obras se empezaron a exponer públicamente en el que se considera hoy como principal museo de arte medieval.