CiU
Baños calma al electorado de JxSí: «Saldrá bien, dejadnos trabajar»
Los partidos soberanistas negocian con discreción con la confianza de cerrar un acuerdo
He aquí una fotografía de aquellas que el trillado refrán dice que vale más que mil palabras. El diputado electo de la CUP, Antonio Baños, y el convergente Jordi Turull charlando ajenos al objetivo de un fotógrafo perspicaz que, como muchos otros catalanes, está a la espera de quién será el próximo president de la Generalitat. La respuesta está en sus manos, en las de la CUP y CDC. Y las manos de Turull parecen tener una solución. Baños escucha, sereno, seguro, como cuando cansado de que un grupo de seguidores de «Junts pel sí» le reclamara insistentemente que haga el favor de investir a Artur Mas con gritos de «Baños unidad», «Baños os queremos» y «Mas president», se dirigió hacia ellos para calmarlos. «Saldrá bien, dejadnos trabajar tranquilos», les dijo con intención de calmarlos. Unos y otros coincidieron ante la Audiencia de Barcelona para apoyar a la consellera Irene Rigau, llamada a declarar por el 9-N.
Con el humor que le caracteriza y un tono siempre sosegado, que contrastaba con el de los defensores de Mas, Baños les pidió paciencia. «Todos somos independentistas», les dijo, en alusión a la CUP y Junts pel sí, y «todos queremos la república catalana igual». «Llevamos 300 años esperando, no nos irá ahora de un mes y medio», señaló socarrón, «ni de dos», añadió tras una pausa de un segundo en que le dio tiempo a pensar que las negociaciones pueden demorarse hasta enero, fecha límite para formar gobierno.
Acordar un programa en el que casen las políticas de extrema izquierda de la CUP con la gestión que caracteriza a CDC no es tarea fácil. La portavoz del Govern en funciones, Neus Munté, defendió que los pasos para tirar adelante un nuevo gobierno con su hoja de ruta requieren «cierto tiempo para mantener la coherencia». «Un acuerdo de estas características requiere tiempo», subrayó la vicepresidenta, tras defender que el gobierno catalán considera necesario que haya un «marco de diálogo» entre las dos formaciones proque el objetivo final, la independencia, «es importante».
En cualquier caso, tanto las palabras de Munté como de Baños dan a entender que habrá pacto, aunque sea más tarde que temprano. La vicepresidenta defendió tanto el ritmo como la discreción de las negociaciones, en las que por parte de CDC participan Mas, Turull, como responsable del grupo parlamentario, y Josep Rull, coordinador general de Convergència. Nadie habla de fechas, ni para la constitución del Parlament ni para la del futuro gobierno. Pero todos dejan entrever que las negociaciones se alargarán más allá del 20-D, fecha en que está previsto que se celebren las elecciones generales. Aunque una parte de la CUP contemple no llegar a buen puerto, tanto el Govern como Baños a los seguidores de Mas confían en que no habrá nuevas elecciones.
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