Infraestructuras
Barcelona aspira a colocarse entre las ciudades «bikefriendly»
La ciudad tendrá 23 nuevos kilómetros este año para duplicar los 116 actuales en 2018
La ciudad tendrá 23 nuevos kilómetros este año para duplicar los 116 actuales en 2018.
A Barcelona le suele gustar sentirse pionera. La tradición aperturista de Cataluña ha facilitado esta situación y la afición de la Ciudad Condal por sentirse moderna ha hecho el resto. De ahí que cuando la bicicleta como transporte urbano se puso de modo a comienzos de siglo, Barcelona se apuntase, con prisa que tiento, ha disponer de carriles bici y ha implantar el Bicing. De hecho, ya existe incluso la categoría de BikeFriendly i Barcelona no podía faltar. Con la llegada de Ada Colau, sin embargo, el Ayuntamiento ha redoblado sus esfuerzos para desplazar a Ámsterdam y Copenhague de los primeros puestos. Sin ir más lejos, el gobierno municipal quiere alcanzar los 308 kilómetros de carril bici en 2018. En el primer semestre del año ya se han dibujado cuatro kilómetros, este verano, otros cinco, y para el segundo semestre, Colau quiere 14 kilómetros más en funcionamiento. No en vano, el Consistorio persigue el objetivo de disponer de una red ciclista sin discontinuidades para que toda la ciudad esté conectada.
Según el Ayuntamiento, la bicicleta es el medio de transporte que más usuarios ha ganado en la ciudad, entre un 6 y un 7 por ciento anual, y para dar respuesta a la demanda creciente, quieren avanzar en la construcción de una infraestructura conexa y extensa. Entre los tramos que se pondrán en marcha este verano, la calle Numancia, entre la avenida Diagonal y la plaza de los Països Catalans, un tramo en el que ayer mismo comenzaban las obras. También se harán tres tramos más en Travessera de Gràcia, entre Marina y Cartagena. Y finalmente, se ejecutará la conexión de la avenida Diagonal con Esplugues de Llobregat, con el objetivo de conectar la red ciclista barcelonesa con los municipios vecinos, un proyecto que también se quiere hacer en el lado Besòs.
Para 2016, se prevé que se hayan construido 23 carriles nuevos, de los que de momento se han terminado cuatro, con una inversión de 515.196,89 euros. Entre los 14 que se han previsto para el segundo semestre destacan que conectará el paseo de la Zona Franca con la calle A o el cruce de Sancho de Ávila con Lepanto.
Estos nuevos carriles ya estarán al amparo de las nuevas señales que sirven para indicar a los peatones los carriles bici de doble sentido o bien los carriles en sentido contrario al de los vehículos.
La voluntad del Ayuntamiento es que, en 2018, el 95 por ciento de la población de la ciudad disponga de al menos un carril a 300 metros de distancia de su domicilio. Para ello, el gobierno municipal tiene previstas 128 actuaciones, que supondrán una inversión de 32 millones de euros. Llegar a los 308 kilómetros previstos supondrá un incremento notable, de más del doble, en los kilómetros de vía ciclista, ya que actualmente son 116. «Necesitamos hacer una red coherente. Necesitamos que esto sea una prioridad. Barcelona fue en su momento líder en la movilidad ciclista y para continuar siéndolo hay que hacer una inversión continua, porque ahora es cierto que esta ciudad se ha quedado atrás en este sentido», señaló la concejal de Movilidad Mercedes Vidal.
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