Conciliación

Barcelona avanza la parrilla de su televisión para adaptarse a los horarios europeos en 2025

Colau presenta un Pacte del Temps para afianzar la conciliación que será un fiasco si no suma a toda la sociedad

Con el Pacte del Temps, Barcelona avanza hacia una organización del tiempo más saludable, igualitaria y eficiente. Foto: La Razón
Con el Pacte del Temps, Barcelona avanza hacia una organización del tiempo más saludable, igualitaria y eficiente. Foto: La Razónlarazon

Colau presenta un Pacte del Temps para afianzar la conciliación que será un fiasco si no suma a toda la sociedad.

Cuando todavía no habían nacido la radio, ni la televisión e Internet solo existía en una novela de Julio Verne, «París en el siglo XX», los trabajadores ya reivindicaban su derecho a conciliar la vida laboral con la personal: 8 horas para trabajar, 8 para descansar y 8 para vivir. Más de cien años después, los trabajadores en España siguen en las mismas. Aunque en las facultades de Medicina hay más mujeres que hombres y el Sónar de día convoca ya a más gente que el de noche, el modelo socioeconómico que predomina sigue unos horarios sociales basados en la lógica industrial y en la concepción tradicional de una actividad productiva centrada en los hombres, que da por sentado que las tareas reproductivas y familiares las asumen las mujeres. ¿Por qué? Dice Fabián Mohedano, impulsor de la Reforma Horaria, porque el hombre es un animal de costumbres. Y aunque le digan que adaptar los horarios a los tiempos europeos, mejora, por ejemplo, la productividad, el 70 por ciento de las empresas siguen sin facilitar medidas para conciliar, según un estudio de IESE que la semana pasada presentó la profesora Mireia Lasheras en el marco de la V Semana de los Horarios.

Para animar a empresas y ciudadanos a sumarse a la revolución social que en 2025 prevé avanzar dos horas la actividad laboral y personal de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer un nuevo Pacte del Temps. Incluye 28 medidas municipales y 29 actuaciones por parte de empresas que quieren involucrarse en esta revolución. La idea es que comer a la una y cenar a las ocho no sea visto como una excentricidad, sino una costumbre. Pero para seducir a la sociedad a dar este paso, empresas, sindicatos, comercios, cadenas de television, familias y profesores deben ir de la mano. Y las administraciones deben dar ejemplo. No es un buen ejemplo, convocar un pleno de investidura un sábado, como hizo el Parlament con Quim Torra.

Sí lo es que la cadena local de televisión Betevé avance a las 19.30 su telenoticias. O que una guardería municipal, Aurora, ofrezca un turno de tarde, de 15.00 a 19.00, para facilitar la conciliación. El Pacte del Temps también incluye una campaña se sensibiliación, asesoramiento a empresas vía Barcelona Activa para implementar horarios flexibles y garantizar una desconexión de las TIC a partir de determinadas horas.